Aníbal Rodríguez, misterioso integrante del Grupo Austral.

No sabía mucho sobre él y tampoco se encuentra información en la web… En esta entrada comparto algunas pinceladas sobre la vida y la actividad artística de este pintor y docente argentino que transitó por Jujuy realizando sus aportes y encontrando a su vez, un amor. Catálogos, recortes de diarios, imágenes inéditas que aparecieron en el archivo personal de mi padre, Jorge Mendoza, resultaron determinantes para esbozar esta historia.

Integrantes del Grupo AUSTRAL. A la izquierda Rodríguez, junto a Racioppi, Samos y Mendoza (Foto cedida gentilmente por Claudio Samos en 2007).

A fines de los años ’50 se respiraba un aire vanguardista en Buenos Aires. Surgido de las Escuelas de Arte de Buenos Aires, un grupo de jóvenes profesores, pintores, grabadores y escultores, decide migrar hacia tierras jujeñas en búsqueda de la libertad en sus paisajes y de nuevas experiencias pedagógicas. Son Mario CrulcichJuan Carlos García PalouJorge MendozaClaudio SamosJulio Racioppi y Aníbal Rodríguez. Cuatro de ellos —Samos, Racioppi, Rodríguez y Mendoza— conforman el autodenominado “Grupo AUSTRAL”. En esa tierra nueva, transitan por experiencias desafiantes que los cambiarán para siempre. Ellos, a su vez, en su entrega, realizarán aportes de excepcional valor a la cultura de la provincia de Jujuy. (1) Los integrantes de este singular grupo cuyo nombre aludía a al hemisferio sur, hallaban inspiración en ese escenario norteño. (2)

Así los presentaba en 1963, el catálogo de una muestra conjunta integrada por Rodríguez, Samos y Racioppi, realizada en el Salón del Consejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires:

«Integra este grupo desde sus comienzos un escultor muy valioso, Jorge A. Mendoza. Los tres pintores que agrupa ahora esta exposición devienen, dos de ellos, de la Escuela Deferrarista (10) cuya característica principal es volcar en los jóvenes un intenso amor a la pintura por sus fueros más legítimos, como en el clasicismo y, a través de él, elaborar las concepciones nuevas. Quizás en Rodríguez, los impactos de esa escuela que tras­cienden en algunas de sus telas sean por aquilatamiento am­biental, pues él no estudió con De Ferrari, con lo que puede agregarse que el vigor de las buenas bases, las escuelas, resplandece aún hasta en la liberación del artista y luego el gran trasfondo emancipador de las nuevas etapas de los creadores.»

Al referirse a la temprana obra de Aníbal Rodríguez, lo hacía de la siguiente manera:

«Impresionismo; pero al revés, y abstracto. Juega sí el desborde colorístico, más en base a un sólido dibujo destruye también a través de la forma y el dibujo. Si estos tres pintores tienen elementos comu­nes es sólo de interpretación. Las soluciones son todas distintas. Y en cada uno distingue un sello ya, y por encima de la academia. Su color es color de tierras, impreso de una fuerza desencadenante. Sue­le trabajar sobre bocetos realizados directamente en Jujuy y Santiago del Estero. Por eso sus personajes intégranse en el paisaje, revelando que siente lo que pinta, no en función turística. Alta paleta, no se circunscribe a ella. Siente al hombre y las bestias del lugar como partes integrantes del paisaje, como la misma tierra, desolada, triste, achaparrada.«

Catálogo muestra 1963 con dedicatoria (Ref. 2)

En 1967, la contribución de Rodríguez al campo de las artes plásticas de la provincia de Jujuy queda registrada en el trabajo «Las artes plásticas jujeñas (1876 – 1967)« del pintor, escritor-compilador y crítico Luis Pellegrini (3). Asimismo, brinda algunas precisiones más, una nota del diario Clarín del año 1961 (4).

Mini biografía de Aníbal Ángel Rodríguez

Aníbal A. Rodríguez hacia 1960 (foto contacto, colección Jorge A. Mendoza; digitalización, veromendo).

Nace en San Martín, provincia de Buenos Aires, en 1935. Egresa de la Escuela «Prilidiano Pueyrredón» como profesor de Dibujo y Pintura, especializándose en la disciplina Grabado. Enseguida se radica en Jujuy, desde el año 1959 y hasta comienzos de 1962. Dicta pedagogía y metodología de la enseñanza del dibujo en la Escuela Provincial de Artes Plásticas y, además, ejerce como maestro especial de Dibujo de nivel primario en la localidad de Ledesma. (4, 5) En 1959, participa de una exposición en conjunto con sus colegas y amigos Crulcich, Samos, Racioppi, Mendoza y García Palou —todos recién llegados—, en el salón de la Biblioteca Popular, auspiciada por el Instituto Provincial de Arte y Cultura de Jujuy. Una vez conformado junto a Samos, Mendoza y Racioppi, el «Grupo Austral«, inaugura junto a ellos otra muestra importante en la misma sala. Este grupo trae al medio jujeño las inquietudes de la abstracción y la no-figuración. (6) Ese mismo año, como Grupo Austral, auspician una primera muestra de dibujos y pin­turas infantiles, realizadas por los alumnos de las escuelas primarias donde cada uno de los integrantes del grupo enseñaba plástica y, más adelante, presentarán una serie de muestras de los trabajos de los Niños Pintores del Taller de Chucalezna, en distintas ciudades del país. (4, 7) En el año 1963, organizan una nueva exposición, esta vez sólo los pintores, en el Salón del Consejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires. (2)

Aníbal Rodríguez participa con sus obras en Salones Nacionales. Poseen obras suyas diversas galerías privadas, habiendo expuesto sus obras en Buenos Aires, Mar del Plata y Jujuy. (3)

En el año 2007 tuve la alegría y el honor de poder entrevistar de manera personal al profesor Claudio Samos. (5) Gracias a su relato, pude conocer detalles sobre cómo se había forjado la entrañable amistad entre los cuatro, además de numerosas anécdotas y vivencias en su paso por Jujuy. Así Claudio me contaba:

«Hicimos el casamiento de Aníbal allá en la casa donde más adelante vivió Bertolotto (8, 9)… Se llenó la casa de gente porque tenía una gran familia la mujer de Aníbal, que había sido alumna suya en Ledesma! ¡Y siendo su alumna iba de novia con el profesor…! Imaginate cómo lo miraban allá, no les gustaba nada! Sin embargo, el tipo se enamoró, se casó con ella… Tienen tres hijos muy bien, viviendo acá en Santos Lugares… Murio él también… Y no hace mucho pero… El corazón no perdona a veces…«

Aníbal A. Rodríguez y su amor en Jujuy hacia 1960 (fotos-contacto, colección Jorge A. Mendoza; digitalización, veromendo).

Fuentes y referencias