Retrato del canónigo Juan Ignacio Gorriti

«Alto, grueso, robusto, lujoso, mostraba una figura imponente, rodeada de un aire de majestad y grandeza, que atraía con simpatía y veneración, la mirada aún de sus propio adversarios, hacia su nobilísima persona.»     

Dr. Bernardo Frías. En Biografías Históricas Jujeñas, por Ilda S. Muhana (1959).

El siguiente texto fue tomado de «Biografía de Próceres. Dr. Juan Ignacio Gorriti (1766-1842)« de Ilda S. Muhana, publicado en 1959 por el Centro de Estudiantes del Instituto de Profesorado Secundario, Subcomisión de Prensa y Cultura de San Salvador de Jujuy.

Monumento que homenajea al canónigo Gorriti, emplazado en la plazoleta delimitada por las avenidas José Martiarena e Italia en San Salvador de Jujuy. El proyecto estuvo a cargo del reconocido escultor Nicasio Fernández Mar, con la colaboración del profesor Jorge A. Mendoza para su construcción (Fuente: prof. Claudio Samos; imagen: veromendo, 2016).
Tapa de la publicación de Ilda S. Muhana

Nació en Jujuy el 10 de junio de 1766, donde fue bautizado el 10 de abril de 1767 en la Iglesia Matriz, siendo sus padres D. José Ignacio Gorriti, natural de Azcoitía en Guipúzcoa (España) y Da. Feliciana Cueto, jujeña, los que contrajeron enlace en Jujuy el 6 de marzo de 1758. Fue hermano del general Dr. José Ignacio y del coronel José Francisco de Gorriti.

Estudió gramática latina y filosofía en el claustro franciscano de Jujuy. Recibió una esmerada educación que completó de 1781 a 1789 en el Colegio de Monserrat en la ciudad de Córdoba, bajo la dirección de la Orden Franciscana. Allí cursó los estudios adecuados a la carrera eclesiástica. El 20 de junio de 1789 se graduó de bachiller, licenciado y doctor en cánones, y al año siguiente obtuvo en la Universidad de San Carlos el título en teología, recibiendo las órdenes sagradas de manos del Ilustrísimo señor Dr. Ángel Mariano de Moscoso. Después de ordenado fue destinado al curato de Cochinoca y posteriormente al de Casabindo, de donde pasó a ejercer el ministerio pastoral en su ciudad natal, Jujuy, destacándose por su celo ejemplar y fervorosa piedad cristiana.

«Era un clérigo obeso y gigantesco, que tanta la frente pequeña, los carrillos rechonchos y pendientes, la nariz aplastada, las cejas canosas y gruesas, los ojos pequeñitos e intermitentes como la luz de las luciérnagas; la boca estirada pero enérgica, el rostro destrozado por la viruela, y debajo de todo esto, un “coto” o papera enorme que le duplicaba la faz cayéndole sobre el pecho, de hombro a hombro, como si la cara se compusiera de dos globos carnudos y sobrepuestos.» Vicente Fidel López, Historia de la República Argentina, T. IX.

El movimiento emancipador de Mayo encontró en Gorriti un sostenedor entusiasta en el pueblo de su nacimiento. El 5 de septiembre de 1810 fue nombrado diputado por Jujuy a la Junta Provisional de Buenos Aires, presidida por Saavedra, donde prestó eminentes servicios a la causa emancipadora. Redactó un manifiesto dirigido a los pueblos orientales el 7 de febrero de 1811, con el objeto de conseguir el apoyo del pueblo uruguayo a la causa de Mayo, que alcanzó su propósito y dio origen a la declaración de guerra de Elío contra el gobierno de Buenos Aires. (Papeles de Gorriti, pág. 26).

Fue opositor de Saavedra y Funes y, por su iniciativa e influjo personal, fue alejado de la Junta D. Joaquín Campana, elemento perturbador (Id., pág. 31). Consiguió también la abolición del Tribunal de Vigilancia, que amenazaba convertirse en instrumento de despotismo y de terror (Id., pág. 33). Tomó parte asimismo en muchas iniciativas y medidas en servicio de la nación naciente, regresando a Jujuy el 17 de diciembre de 1811.

Poco después, el Cabildo suspendió al Vicario de Jujuy y nombró a Gorriti en su reemplazo. Ejerciendo este cargo, el 25 de Mayo de 1812, bendijo en la iglesia Catedral la bandera creada por Belgrano, la cual, en tan magna ceremonia, fue sostenida por el propio general.

Bajorrelieve de uno de los laterales del monumento al canónigo Gorriti. Está representado el momento de en que bendice la bandera del general Manuel Belgrano, el 25 de mayo de 1812 al conmemorarse el segundo aniversario de la Revolución (veromendo, 2016)

El 1° de mayo de 1813 fue nombrado canónigo de merced de la catedral de Salta, «saliendo de Jujuy casi como un desterrado, por llenar la suprema disposición», dice en sus Memorias. Fue posteriormente, consejero del gobierno de Jujuy; en mayo de 1815, miembro del cabildo salteño y el 1° de agosto de ese mismo año, fue designado teniente vicario general y subdelegado castrense del Ejército del Norte. «Seis años pasé contraído a desempeñar mis funciones cerca del ejército» –dice en sus Memorias– pues fue vicario castrense hasta 1821.

En marzo de 1816, actuó como comisionado para llevar un arreglo amistoso al general Rondeau y al gobernador Güemes, el cuál se logró.

Dice el Dr. Gorriti: «Mi vida fue retirada a pesar del aprecio que merecí de los jefes; jamás procuré internarme a conocer la menor causa de sus secretos por no comprometer mi reputación. Una ocasión el general Belgrano me hizo una confianza y me recomendó el secreto, cuando por otro conducto lo sabía ya tres o cuatro días antes y así se lo advertí».

El 22 de setiembre de 1821, se produjo en Salta la revolución de los antiguos partidarios de Güemes dirigidos por D. Pablo de la Torre contra el gobernador D. Antonino Cornejo, al que depusieron. Gorriti asumió una actitud que D. Bernardo Frías califica de heroica y que salvó la autoridad de la junta legislativa y de las instituciones provinciales recién creadas. Él la ha narrado en sus Memorias (Papeles de Gorriti, págs. 54 y sgts.). En medio de los desórdenes, salió a la calle, buscó a los diputados en sus refugios, los animó a reunirse y la junta eligió, sin el voto del canónigo, gobernador provisorio a D. José Ignacio Gorriti, que no era el candidato de los revolucionarios y que hizo un gobierno intermedio reprimiendo a los más exaltados revoltosos. Con este motivo, el cabildo de Jujuy le dirigió una nota al canónigo en que le decía: «Los señores diputados D. Manuel Alvarado, Manuel Tezanos Pinto y D. Francisco de Borja Fernández, han manifestado a este ayuntamiento a presencia de la junta electoral, el esmero con que su diputación representativa desempeñó los deberes de la alta comisión conferida. En su atención, manifestó esta corporación, su gratitud en los términos más insinuantes, para eterna memoria de la delicadeza y candor con que ha obrado la diputación de esta ciudad en la H. Junta Provisional, dirigiendo en especial a V. S. este testimonio de su reconocimiento.» (Muy ilustre Cabildo de Jujuy, enero 11 de 1822. Arch. de la Prov.).

Diputado por la provincia de Salta ante el Congreso Nacional de 1824 (hasta agosto de 1827), tuvo descollante actuación en el mismo, la cual ha sido comentada por historiadores de la nación y de aquel congreso.

Votó Gorriti contra la ley que creaba la Presidencia de la República y la de la capitalización de Buenos Aires, lo cual era perfectamente lógico, desde que todo eso debió hacerse después de sancionada la constitución. En cuanto a esta última, opinaba que debía sancionarse la que adoptase la mayoría del congreso; pero que debía reunirse otro congreso, con representantes de todas las provincias, que sería el que sancionara la constitución definitiva.

A pesar de esta actitud independiente durante el Congreso de 1826, pasados varios años, en sus amargas memorias del destierro, hace Gorriti un elogio de Rivadavia: «soy uno de sus mayores apasionados, y consideraría como una bendición del cielo que la República fuese presidida por sujetos tan dignos de gobernar como el señor Rivadavia.» (Memorias, pág. 63).

Monumento al canónigo Gorriti. Detalle de bajorrelieve lateral (veromendo, 2016)

En 1828 llegó a Salta desde Buenos Aires, el coronel Heredia para solicitar la incorporación de Jujuy y Salta a las provincias ligadas por el pacto federal, y que se nombrase a Dorrego encargado de las relaciones exteriores de la República. La provincia, por iniciativa del canónigo, contestó que no conocía las bases de la asociación federal, pero que entraría en ella, si se aceptaba lo que propondría: «se reducía a proyectar una constitución bajo el sistema federal; que eso y la sancionada por el Congreso de 1826 se propusieran a los pueblos, para que hiciesen un examen comparativo de ambas y así eligiesen la que mejor les pareciese.» (Papeles de Gorriti, pág. 70).

«Jujuy y Salta –dice Gorriti– favorecidas por su posición geográfica, podían dejar que las demás provincias se arreglen a su modo, sin mezclarse en ello»; pero sugirieron ese plan de organización de la Nación, porque ambas provincias se conformarían con la federación, a pesar de su opinión contraria.»

El 27 de febrero de 1829, fue elegido gobernador de Salta y Jujuy. Durante su gobierno, Gorriti hizo traer de Tucumán el Archivo de Jujuy que se encontraba allí desde el éxodo de 1812. Gorriti gobernó hasta la terminación de su mandato, el 27 de febrero de 1831.

Monumento al canónigo Gorriti. Detalle de bajorrelieve lateral (veromendo, 2016)

La legislatura de Salta y Jujuy, por ley que comunicó al canónigo el nuevo gobernador general Rudecindo Alvarado, le expresa «su mayor gratitud y aprecio por los heroicos sacrificios en favor de la provincia y de la República, durante su honrosa administración, que declaraba gloriosa y legal en todo sentido.»

La caída de la «Liga del Interior» a consecuencia de la prisión del general Paz, el 10 de mayo de 1831, y la ulterior derrota sufrida en los campos de Ciudadela por el ejército de Lamadrid, impuso al Dr. Gorriti la emigración a Bolivia. Encontró asilo y protección y fue destinado a servir en los curatos; primero en Quillacollo, después en el de San Sebastián (Chuquisaca) luego en Potosí y finalmente en el de Pomabamba.

También fue primer rector del Colegio de Junín (Sucre), en donde publicó un opúsculo en 1834, titulado «Reflexiones sobre las causas de las convulsiones de los estados americanos«. Escribió sus memorias y autobiografía que se han publicado incompletas; dejó una obra que lamentablemente se ha perdido en sus originales; cultivó el periodismo; ejerció la docencia pública y privada. Vencido por los años y entregado al estudio y a su ministerio, falleció anciano y pobre en la ciudad de Sucre, rodeado de general respeto el 25 de mayo de 1842, despidiendo sus restos el Dr. Facundo Zuviría en una brillante oración fúnebre.

El canónigo Gorriti pasaba por ser el más fuerte dialéctico del Congreso. Hombre sumamente respetado en toda la República por sus antecedentes, por su noble familia y por sus virtudes. V. F. López, Historia de la República Argentina, T. IX.

«Era un razonador impertérrito, que una vez que había hechado mano de su tema, sabía desenvolverlo, probando y demostrando sus premisas con un rigor vigoroso y aristotélico. Toda su instrucción reposaba en la lectura de los legistas españoles, y de la famosa «Historia Eclesiástica» del abate Fleury (Claudio) que el canónigo miraba, con razón, como uno de los libros políticos más fecundos y más discretamente liberales que se hayan escrito. Su espíritu, sus maneras y sus formas de locución, revelaban escasa aptitud para apropiarse aquellas condiciones esenciales del arte literario que introducen las bellezas del estilo en la marcha del razonamiento. En su dialéctica prefería seguir con pertinacia, la parte convencional de los términos y las cláusulas, más bien que presentar los hechos con amplitud a luz de los principios científicos, como Moreno; sus ideas jamás tomaban vuelo arrebatadas por las emociones del espíritu. A pesar de todo y quizás por los accidentes mismos de aquella rara fisonomía, el canónigo Gorriti era un personaje majestuoso que inspiraba respeto y curiosidad. «Tenía la voz poderosa y tranquila, al hablar erguía el cuello y tomando en las manos los cordones del manto, hacía girar las borlas alrededor del coto, y balanceaba la cabeza con un movimiento acompañado eminentemente magistral«. Vicente F. López.

«El interés de la República – decía Gorriti , exige imperiosamente que cada provincia tenga medios de gobierno y de justicia propios.«

El Dr. Ricardo Rojas ha estudiado magistralmente la génesis del federalismo argentino, que nace ya definido, como idea, en el pensamiento del prócer: «Se ve, pues, que el Dr. Gorriti fue el primero en defender la doctrina de la igualdad de todas las ciudades y de sus autonomías

«Era en el mismo pueblo de Jujuy, donde Juan Ignacio de Gorriti, por sí solo, tan clarividente en la doctrina, hallaba fuerza y entusiasmo cívico para las bregas de la acción.» (Arch. Cap. de Jujuy, T. III.)

Detalle de la parte posterior del monumento al canónigo Gorriti (veromendo, 2016)

El Dr. Ricardo Levene al estudiar los conatos federalistas de Gorriti y del Cabildo de Jujuy en 1811, ha producido esta afirmación: «Jujuy señala una dirección fundamental en la historia argentina; la representación del diputado Gorriti, es el documento de más significación política del año 1811.»

El estudio de la personalidad de Gorriti, considerada en todos sus aspectos, será sin duda, vasto y difícil. Porque sencillamente ha sido el patricio que ha influído en todos los órdenes de la génesis de la nación.

«Gorriti pertenece a la asamblea augusta de los progenitores de la patria, cargada con todo el caudal de su vitalidad asombrosa que surge imponente de todas las regiones que la integran. Porque en hondo pensamiento escudriñó el destino nacional y vio los resultados maravillosos de la coalición de los estados independientes.» M. A. Vergara: Notas preliminares, Papeles de Gorriti.

«En ningún momento hemos dudado de que Gorriti fue un gran predicador. Es verdad que las piezas que publicamos de oratoria sagrada, demuestran un visible desinterés de la forma literaria y aun gramatical. No obstante, la robustez del pensamiento, la seriedad de la expresión, la armonía admirable en la trama del discurso, la abundantísima erudición que en los sermones derrama, nos dan derecho a considerarle como uno de los mejores oradores sagrados de su tiempo.» Id., pág. 13.

«Quizás el tiempo pueda poner a disposición de la crítica histórica, elementos olvidados y perdidos en los viejos archivos argentinos y extranjeros, mediante los cuales se ganará para Gorriti el honor de ser considerado el mejor cerebro de la revolución argentina«. M. A. Vergara, Documentos para la Historia Argentina.

Himno a Gorriti

Era un recio algarrobo argentino 
Altas ansias de patria y martirio
Cuya sombra amparaba tenaz
que alentaba su voz patriarcal.
«La provincia de Jujuy al canónigo Gorriti» (veromendo, 2016)
Al reclamo fraterno de Mayo 
Fue encendido a cumplir un deber,
En su acento gigante y cristiano
"Libertad" fue su eterno quehacer,
Con la tierna Bandera en las manos 
Desafiando al destino español
Se hizo emblema de amor en Belgrano
Se hizo signo en Gorriti, la unción.
Por su ejemplo -clarín y campana- ,
Por su mano, que a Dios nos unió,
Ha sellado la Patria su alma
Y es Jujuy fiel custodia de honor.
Ma. Margarita Oyuela de Tezanos Pinto  
Francisco Ragussa

Bibliografía de la publicación

  • Archivo Capitular de Jujuy – Diputación de Gorriti – T. III
  • Gorriti, Juan I. – Reflexiones – Valparaíso- 1836.
  • Levene, Ricardo. Historia de la Nación Argentina • Vol. III – Bs. As. • 1942
  • López, Vicente Fidel. Historia de la República Argentina – T. IX Bs. As. 1890.
  • Sánchez de Bustamante, Teófilo. Biografías  Históricas de Jujuy. Universidad Nacional de Tucumán • 1958.
  • Vergara, Miguel Ángel. Documentos para la Historia Argentina. Jujuy, 1936.
  • Vergara, Miguel Ángel. Papeles de Gorriti – Bs. As. – 1956 – págs. 13-26-31-33-54.
  • Yaben, Jacinto R. – T. II – Bs. As. 1938.

Texto original

  • Ilda S. Muhana. «Biografía de Próceres Jujeños. Dr. Juan Ignacio Gorriti (1766-1842). Centro de Estudiantes del Instituto de Profesorado Secundario, Subcomisión de Prensa y Cultura. San Salvador de Jujuy (1959)

Más sobre el canónigo Juan I. Gorriti

Maita, Carlos J. «CANÓNIGO DR.  JUAN IGNACIO GORRITI, prócer rosarino…» en https://tertuliadejuanamanuela.wordpress.com/2022/05/21/canonigo-dr-juan-ignacio-gorriti-procer-rosarino/

Bajorrelieve nativista en otro lateral del monumento a Gorriti (veromendo, 2016)
El texto completo en este link de Scribid.

Posta de Hornillos, lugar histórico en Jujuy.

Información sobre el Complejo Cultural Hornillos. Secretaría de Turismo y Cultura de la provincia de Jujuy.

Folleto de difusión c.a. 2005.

La antigua Posta de Hornillos, en la actualidad (~2005) Complejo Cultural Hornillos, se encuentra 73 km al norte de San Salvador de Jujuy, por Ruta Nacional 9.

Posta de Hornillos: reseña histórica.

Las postas o lugares de relevo de la caballada en las rutas de tránsito, fueron establecidas en nuestro país en el año 1771 por el Visitador de Correo y Postas, Don Alonso Carrió de la Vandera. La Posta de Hornillos se creó en el año 1772. Originalmente funcionó en la antigua casa de de Don José Gregorio Álvarez Prado, quien fue el primer Maestro de Postas, con título concedido el 26 de septiembre de 1789. Le sucedió su hijo Pascual Álvarez Prado en junio de 1805 y en abril de 1806 su hermano Luciano Álvarez Prado. Después de 1810, la Posta de Hornillos se convierte en destacamento militar a cargo del comandante Manuel Álvarez Prado.
El lugar fue escenario del descanso del general Manuel Belgrano en el año 1813 a su regreso de la campaña del Perú y del combate de Hornillos librado en el año 1814. También pasaron por ella Juan José Castelli y Antonio González Balcarce, como así también José Rondeau en 1815, Martín Miguel de Güemes, José Gabino de la Quintana, Agustín Dávila, Francisco Ortiz de Ocampo, Vicente López, Hipólito Vieytes, Juan José Viamonte y otros héroes de la patria.
Los herederos de los Álvarez Prado donaron la finca de Hornillos, que incluía la antigua casona y los campos de cultivo, al estado provincial para que se le considerara solar histórico.

De Monumento Histórico a Complejo Cultural

En el año 1959 la Posta de Hornillos fue declarada Monumento Histórico Provincial (Decreto Nº 2058).
En el año 2002 fue declarada Lugar Histórico Nacional (Ley Nº 25574).
En el año 2003 se declara la Finca de Hornillos, Complejo Cultural mediante Resolución de secretaría de Turismo y Cultura de la Provincia de Jujuy. Esta declaración tiene por objeto preservar, conservar, divulgar y mantener el patrimonio natural, arqueológico y colonial que la caracteriza.

Hornillos también tiene su sitio arqueológico

El Antigal de Hornillos forma parte del sistema patrimonial de la Quebrada de Humahuaca. Este territorio ubicado en el sur de los Andes Centrales en poseedor de un importante patrimonio arqueológico que testimonia la presencia humana desde hace aproximadamente 10 milenios.
Hornillos fue un lugar de residencia permanente entre los años 1350 y 1430 de la era cristiana, momentos previos a la conquista de la Quebrada de Humahuaca por el estado Inka. Probablemente sus habitantes fueron los Tilcaras, grupo étnico que habitaba en el sector medio de la Quebrada de Humahuaca a la llegada de los españoles.