Geografías: Chucalezna en el mapa de Jujuy.

¿Dónde está ubicada la mítica localidad de Chucalezna?

Andando por la RN 9, en torno al km 1800, encontraremos la localidad de Chucalezna, con su incomparable paisaje, sus vides de altura, su personal iglesia, sus artesanías en cerámica y sus cultivos de verduras.

Hoy en día, disponemos de una gran cantidad de herramientas que nos brinda la WEB y resulta fácil encontrar su posición geográfica exacta e incluso, obtener su visión satelital. Teniendo estos elementos en cuenta, tomé un texto del profesor Jorge Mendoza para describirla tal como era en los años ’60. El artículo completo puede leerse en la Entrada n° 58 de este mismo Blog.

» A 120 km al norte de San Salvador de Jujuy, con la presencia del cerro Yacorayte (sic), ya en el departamento de Humahuaca, un caserío diseminado a lo largo de ambas márgenes del río Grande: Chucalezna.

Yacoraite medio día CHUCALEZNA
Imponente Yacoraite a medio día (vero mendoza, 1993)

Su característica geográfica, a una altura de 3.000 m sobre el nivel del mar, presenta el típico paisaje montañoso, árido. El río Grande recorre la quebrada, en cuya angosta faja de tierra utilizable, las familias, que no llegan a treinta, se dedican a la agricultura y la ganadería en pe­queña escala. El pastoreo de rebaños caprinos lo realizan en lo alto de las montañas. Llevan, por lo tanto, una sufrida vida de pastores y labradores que deben acondicionase a la rigurosidad del clima que no ofrece óptimas condiciones para su desarrollo, imponiéndoles una lucha permanente por la subsistencia.

Andando por la RN 9, en torno al km 1800, la localidad de Chucalezna, con su incomparable paisaje, sus vides de altura, sus artesanías en cerámica y sus cultivos de verduras.

Se distinguen en la zona, fun­damentalmente, dos aspectos que están relacionados con el clima: el verano, época de siembra y cultivo de plantas como maíz, trigo, papas, habas, frutales. Es cuando sus habitantes gozan de los productos frescos que les ofrece la tierra madre. El invierno, por otro lado, constituye una transformación de la vida. Los campos abandonados nos dan a entender que las familias han emigrado en busca de mejores posibilidades económicas, por ej.: la zafra azucarera. Todo el esplendor veraniego caduca, la zona es un triste paisaje de pardos y ocres. El verde ya no existe, la vida entra en un letargo invernal.»                                                                                                    

(c) Jorge A. Mendoza.

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