Descubriendo Santuario, en la puna jujeña.

«En el lugar llamado SANTUARlO, unos 15 km al norte de la ciudad de Abra Pampa, se ha erigido en tiempo inmemorial, en fechas que ni los más antiguos vecinos pueden precisar, una iglesia en honor a la Virgen de Copacabana. La iglesia se erigió en un despoblado de la Puna, en donde se observaban cuatro viviendas totalmente deshabitadas y un poco más lejos una modesta escuela, cuya dirección guardaba la llave de la iglesia.«

Fiesta Patronal Virgen de Copacabana de Santuario – Folleto 2022

Iglesia de Santuario en Cochinoca (veromendo, 2021).

Hace un tiempo, cuando descubrí que la ilustración de tapa de la primera edición del libro «La fiesta de la Candelaria. Quebrada de Humahuaca y Puna» de Josefa Santander, había sido realizada por mi madre me abalancé a comprarlo y a disfrutar de su lectura. Esto fue motivo de una entrada previa en este Blog. (1) El libro ofrece una interesante investigación conducida hacia el año 1962, que tuvo como eje central a las festividades relacionadas con la Virgen de la Candelaria en Jujuy. (2) Uno de sus capítulos está dedicado a la celebración de la Virgen de Copacabana, advocación de la Candelaria, en la localidad de Santuario. (1, 2) Además, otra información ofrecida por el libro resultó reveladora por cuanto me permitió confirmar algunos datos de la biografía de mi padre, Jorge A. Mendoza. (3)

Santuario es el nombre de un paraje cercano a la ciudad de Abra Pampa, hacia el norte, en el departamento jujeño de Cochinoca. No aparecen referencias sobre él en la web y la búsqueda de información acerca de esta localidad nos conduce a «Santuario de Tres Pozos«, un lugar diferente ubicado al Oeste de Cochinoca, cerca del límite con el departamento de Susques y con la provincia de Salta. Afortunadamente, Santander ofrece en su libro un mapa que resulta muy ilustrativo y permite ubicar unívocamente el lugar. (1, 2)

En el libro se señala la presencia de una escuela en Santuario y, aunque en ese entonces ya se lo describía como un despoblado, seguramente agrupaba a niños y niñas de varias leguas a la redonda para su educación. En la actualidad, la Escuela Nacional Nº 18 no figura en la nómina de escuelas de Jujuy, siendo posible que con el correr de los años haya sido cerrada por falta de matrícula. Esta referencia me posibilitó confirmar que esa fue la humilde escuela donde mi padre realizó sus estudios primarios (en su biografía aparecía dicho establecimiento pero no había sido posible para mí ubicar el sitio exacto donde se emplazaba). En otra parte del texto, se destaca la participación de Nicolasa Nelson de Mendoza –mi abuela–, como promesante de la Virgen de Copacabana en Santuario por razones de salud. Así, pude conocer que mi familia paterna había estado muy relacionada con este casi desconocido lugar en Jujuy.

Asimismo, el libro deja testimonio de los nombres de los habitantes antiguos del lugar pues detalla quiénes tomaban parte en las celebraciones. Entre ellos se mencionan a don Pacífico Gaspar y a su esposa, doña Elena Lamas, hija de don Juan de Dios Lamas, oriundo de Santuario. Se hace referencia también a don Laureano Abánquien fuera «esclavo» (*) de la Virgen de Copacabana en Santuario, a doña Petrona Laime, natural de Abra Pampa, la sra. Filomena Zerpa de Ciares, oriunda del lugar y cuyos antepasados fueron dueños de las tierras en donde se erigieron la iglesia y la escuela, además de otras familias recordadas como «muy devotas» de la Virgen como eran los Vilte, los Ontiveros, los Estopiñán de Rinconada. De esta manera, se recupera una parte de la historia del lugar a través de la identidad de las familias y pobladores locales. (2)

La Puna y la Quebrada, historias entrelazadas…

Con Zoilo Gaspar, Andrea Garnica, Rosaura Líquín y Patricia Cruz en el Acto de Chucalezna (dic. 2021)

En diciembre de 2021 viajé a Jujuy para asistir al acto de imposición del nombre de la Escuela Nº 332 de Chucalezna como «Los Niños Pintores de Chucalezna». (4) Gracias a dicha ceremonia pude conocer y abrazar a muchos de aquellos niños y niñas pintores, alumnos de mi padre en el taller extracurricular de arte que funcionara entre 1959 y 1973 en la localidad de Chucalezna, en plena Quebrada de Humahuaca. (5) Entre ellos, Zoilo Gaspar y Rosaura Liquín se apresuraron a contarme sus historias de niñez. Ambos habían nacido en Abra Pampa y ambos habían sido enviados, siendo aún muy pequeños, para educarse, para «criarse«, con mi abuela Nicolasa en Chucalezna. Las familias de los dos niños habían creado lazos estrechos con mis abuelos en la época en que trabajaban en Abra Pampa: mi abuela ejerciendo la docencia en escuelas nacionales de Puerta Potrero y de Puesto del Marqués, y mi abuelo –Fernando Mendoza–, precisamente en Santuario. Cabe aclarar que recién en 1958, llegó Nicolasa a Chucalezna, para ejercer como directora en la escuela de ese lugar. Pero volviendo a 2021, Zoilo Gaspar me confirmó que mi padre supo cursar los estudios primarios en la escuelita de Santuario mientras que mi abuelo ejercía como maestro y director en el mismo establecimiento. En 1962, cuando Santander llevó adelante su investigación, mi abuelo ya no estaba en funciones allí y la escuela se encontraba a cargo de una directora cuyo nombre no es mencionado.

Por su parte Zoilo, que devino «Niño Pintor» en su pasaje por Chucalezna y por su escuela-taller, resultó ser nada menos que uno de los hijos de Pacífico Gaspar y de Elena Lamas, los históricos pobladores mencionados en el libro! Zoilo me relató que don Pacífico había destacado en Abra Pampa y en Santuario por ser un importante ganadero de la zona y, además, un «pasante» de la imagen de Santiago que pertenecía a su familia. Los Gaspar residían en «la banda» de Abra Pampa donde la imagen tenía su propio oratorio. Cada 24 y 25 de julio, en ocasión de su festividad, era llevada a la localidad de Santuario para para ser «pasada«, es decir, para salir en pequeña procesión y formar parte de una misa especial. Tambien tomaba parte en los honores a la Virgen de la Candelaria. (2, 6)

Estas historias resultaron tan movilizantes que casi 60 años después de las celebraciones estudiadas por Santander y a casi 80 años de que transitaran por ahí mi padre y mi abuelo, la profe Faltracco, la «Niña Pintora» Rosaura Liquín y yo, nos reunimos en Abra Pampa para remontar caminos apenas marcados e ir hacia Santuario, tras los pasos paternos.

Laguna de Runtuyoc y, a lo lejos, las montañas de Puerta Potrero (veromendo, 2021)

El camino de Santuario.

Desde Abra Pampa, por ruta nacional Nº 9, transitamos hacia el norte y, a la altura de la laguna de Runtuyoc, localizamos una pequeña huella que salía hacia el Oeste, que tomamos con ciertas dudas pues enseguida aparecía una tranquera. La presencia de la cordial Rosaura logró que una a una, todas las tranqueras a lo largo del camino se nos fueran abriendo luego de alguna pequeña explicación a los vecinos presentes en cada lugar. En un momento dado, el camino viró abruptamente hacia el Sur y empezó a tornarse más arenoso. Al detenernos para evaluar su estado, Rosaura aprovechó para mostrarnos que a esa misma latitud en la zona montañosa que se veía hacia el Este, era donde se encontraba el paraje Puerta Potrero, donde entre 1937 y 1946 había ejercido la docencia mi abuela Nicolasa. En aquellos tiempos, en ese otro desolado lugar el estado también se había encargado de que una escuela, la Nacional Nº 66, estuviera presente.

En ese momento vino a mi mente la historia que mis abuelos me contaban, que «cuando ambos eran muy jóvenes, casi recién recibidos, ejercían su profesión en escuelas que se encontraban ubicadas en ‘montañas enfrentadas’ –ellos decían así–. Entonces, en las horas en que el sol formaba un ángulo favorable, se mandaban mensajes ‘espejeando’, es decir, reflejando la luz solar con un espejo«. Así que casi con seguridad estábamos en el escenario real de ese simpático relato! (7) La historia familiar se seguía devanando…

Continuamos por la huella, traspasando tranqueras o badenes cargados de agua de la lluvia de la noche anterior hasta que en un momento, allá a lo lejos, al oeste, comenzó a divisarse un cuadradito blanco. Al acercarnos poco a poco, la figura de una iglesita como un terrón de azúcar, comenzó a revelarse enclavada en el medio de esa pampa de altura. El camino prosiguió y finalmente cuando estábamos a escasos 100 m de nuestro destino, un impresionante cañadón arenoso se abrió ante el vehículo. En ese momento la ilusión de llegar a la iglesia se desvaneció pues resultaba difícil saber si íbamos a encontrar un paso para atravesarlo pero, a poco de andar en paralelo a la cañada, apareció el cruce y el lecho estaba firme y transitable. A pocos metros de allí, nos esperaba el corazón de Santuario donde residen su iglesia y su escuela.

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La iglesia de Santuario y su torre con campanario (veromendo, 2021)

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Según un folleto de la Fiesta Patronal en Honor a la Virgen de Copacabana de Santuario, la iglesia cumplió sus 150 años en 2022, indicando que habría sido erigida en 1872. Por su parte, el trabajo de Santander tomó como referencia a la Historia Eclesiástica de Jujuy del canónigo Miguel Ángel Vergara, según la cual los primeros datos sobre de las capillas existentes en la jurisdicción de Cochinoca fueron suministrados por el sacerdote Domingo Filgueiras, en 1915. Así, entre las antiguas capillas ya se mencionaba a la de Santuario, y a su patrona, la Virgen de Copacabana. Por ende, hacia 1915 la capilla ya estaba erigida y consagrada a dicha imagen. El libro de Santander también documenta que don Laureano Abán habría adquirido la imagen en la mismísima ciudad de Copacabana, en Bolivia, desde donde la habría traído hasta Santuario para consagrarse como su primer «esclavo«. Muchos años después, la familia Abán dejó de habitar en la zona, quedando aún menos vecinos para encargarse de su celebración y del cuidado de la capilla. Hacia 1915 se le hizo un mantenimiento y se le cambió el techo. Ese arreglo estuvo a cargo del padre de la ya mencionada vecina Filomena Zerpa. (2)

La iglesia de Santuario consta de una sola nave de aproximadamente 15 m, construida en adobe revocado y blanqueado. Hacia 1962, el techo a dos aguas era de caña y torteado y estaba sostenido por vigas de cardón. (2) Actualmente, la iglesia se encuentra bien mantenida y los techos son de chapa.

Campanario de Santuario en Cochinoca (veromendo, 2021)

El campanario se encuentra emplazado en la parte superior de una torre de adobe erigida aproximadamente a 1 m del cuerpo principal. En nuestra visita pudimos acceder al estrecho recinto. Asimismo, en las inmediaciones se encuentran algunas paredes, también de adobe, que resisten estoicamente el paso del tiempo y un cementerio con lápidas de peculiares diseños, que se perciben también muy antiguas. Al frente, la presencia de dos bellos árboles brinda la sensación de estar en un pequeño oasis.

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No pudimos ingresar para conocer el interior de la iglesia pues, según nos informamos después, la llave es resguardada por una vecina de Abra Pampa y hay que coordinar la visita. Por ello, tuvimos que conformarnos con la pormenorizada descripción que realiza Santander en su libro, esperando poder conocer algún día a la pequeña imagen de la Virgen de Copacabana. Finalmente, y también según la publicación, la celebración a la Virgen de Copacabana tiene lugar el 5 de agosto en coincidencia con una de las fechas en las que se la celebra en Bolivia. Por su parte, la imagen de Santiago perteneciente a la familia Gaspar, se continúa celebrando los días 24 y 25 de julio y su «pasante» hasta hace algún tiempo fue Justo Gaspar, hermano de Zoilo, quien heredó la tradición. (6)

La Escuela Nacional Nº 18, o sus ruinas.

Unos metros más allá, se encuentran dos edificaciones en estado de completo abandono. La más antigua, casi derruída y la más nueva, con sus ventanas tapiadas, su tanque de agua roto son la prueba de una lejana presencia de la educación nacional y pública. Sin embargo, a la vez indican que nuestro interior va quedando deshabitado; los jóvenes migran hacia las ciudades para estudiar o trabajar y luego ya no regresan al terruño. Al acercarnos al edificio más viejo, tras una antiquísima puerta de madera descubrimos una habitación en donde el techo, parcialmente desaparecido, permite el ingreso de la luz para descubrir tesoros que apenas se mantienen en pie. Aún se conservan los antiguos bancos escolares y se aprecia en un rincón, el espacio del rescoldo. Habíamos llegado al sitio donde mi padre había transcurrido su infancia y probablemente había hecho uso de esos mismísimos mobiliarios.

El edificio «nuevo» de la Escuela Nacional Nº 18 de Santuario (veromendo, 2021)

Regreso al presente

Volviendo hacia Abra Pampa hicimos un alto en la finca de don Gustavo Cruz, vecino de la zona, hijo de doña Francisca Ciares y nieto del reconocido escritor don Domingo Zerpa. Nos quedamos charlando un rato con él, que es dueño de un Clío 1.2 con el cual recorre los caminos de Cochinoca. Nos contó que antiguamente en esa zona hacían el engorde las llamas para luego reunirlas al estilo de un «rodeo«, con el fin de venderlas. También nos confirmó que la campana grande de la iglesia había sido soldada y que ahora suena diferente pero que la pequeña suena lindo y que la llave de la iglesia la guardaría doña Timotea, a quien tendríamos que buscar la próxima vez.

Pequeños oasis en Santuario (veromendo, 2021)

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Biodiversidad, siempre biodiversidad…

La Puna, aun con los fuertes vientos que la caracterizan y el frío por la altitud, es un reservóreo de biodiversidad a cada paso, contrariamente a lo que un citadino puede imaginarse. Los antiguos edificios se derruyen, pero mientras haya agua la flora se adapta y fructifica y los animales se reproducen. Este delicado equilibrio tambalea de la mano del cambio climático y de las actividades extractivistas del humano, con períodos cada vez más largos de sequía en la región .

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Conocer estos lugares nos permitirá amarlos y defenderlos. Conocer sus historias, que son parte de nuestras historias, nos posibilitará honrarlas y difundirlas.

© veromendo

Folleto de la Fiesta Patronal de la Virgen de Copacabana de Santuario gentilmente acercado por don Zoilo Gaspar (2022)

Agradecimientos

Con Rosaura Liquín en Santuario (veromendo, 2021)
  • A la profe Faltracco, siempre abierta a conocer nuevos caminos de la Puna.
  • A la lic. Santander, sin su libro no habría podido completar la historia de mi padre.
  • A don Zoilo Gaspar y doña Rosaura Liquín, por su afecto, su amistad y por compartir conmigo sus historias.

Referencias

Muestra de Poesía y Cuento Ilustrado, derrotero cultural desde Salta y Jujuy.

Fragmento del afiche de la Muestra de Poesía y Cuento Ilustrado de Jujuy y Salta , diseñado por la prof. Ofelia Bertolotto (1988).
Fragmento del afiche de difusión de la Muestra de Poesía y Cuento Ilustrado de Jujuy y Salta, diseñado por Bertolotto (1988) .

En 1987, escrito­res de Salta y Jujuy reunidos durante la 13º edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires acordaron la realización de un amplio encuentro que nucleara a representantes destacados de las letras y de las artes plásticas de ambas provincias norteñas, a realizarse el siguiente año, con el objetivo de mostrar su trabajo en la Capital Federal, siempre considerada como epicentro de cultura argentina,

Catálogo de la Muestra (1988)

La organización y desarrollo de la propuesta fue encomendada a la artista plástica Ofelia Bertolotto, quien por ese entonces había vuelto a residir en Buenos Aires. Bertolotto propuso realizar una muestra de poesía y cuento ilustrado al mismo tiempo que se presentaría una serie de disertaciones de los escritores y poetas participantes, quienes también tendrían ocasión de brindar la lectura de sus propias obras. En la muestra, se exhibirían 35 obras pictóricas que ilustrarían textos seleccionados por sus autores.

El proyecto fue bien recibido por Teresa Anchorena, por entonces Directora de Artes Visuales de la Secretaría de Cultura de la Nación, quien otorgó la Sala Córdoba y el Salón Auditorium del Centro Cultural Malvinas (en la actualidad «Galerías Pacífico«), para realizar el evento (Expte. Nº 6129/87). Por su parte, los directores de Cultura de Jujuy, Marcos Paz, y de Salta, Eduardo Ashur, apoyaron el proyecto realizando la convocatoria de los escritores y plásticos de cada provincia, y gestionando el envío de las obras y la impresión de catálogos e invitaciones.

El trabajo mancomunado logró que todo estuviera listo para la inauguración, pactada para el 13 de abril de 1988, tal como anunció con gran entusiasmo el matutino jujeño Pregón en su edición del domingo 6 de marzo de aquel año.

Sin embargo, los avatares políticos del momento jugaron en contra de aquella buena propuesta, pues ese 13 de abril fue elegido por la Confederación General del Trabajo (CGT) como el día para realizar el undécimo paro nacional de protesta contra la política económica del gobierno de Raúl Alfonsín. Este imprevisto impidió el arribo a tiempo de muchos de los escritores y artistas plásticos que viajaban desde Jujuy y Salta, frustrando el acto inaugural del evento en el Centro Cultural Malvinas. Además, ante la angustia e impotencia de la organizadora, también se tuvieron cancelar varias de las actividades centrales previstas.

Fueron, sin duda, momentos álgidos de la historia argentina y prueba de ello, esta anécdota. Tiempos en los que, por ejemplo, desde el Estado se intentaba llevar adelante el «Plan Nacional de Cultura 1984-1989«, un proyecto ideado en el seno de la Secretaría de Cultura de la Nación, dirigida por el dramaturgo Carlos Gorostiza. Dicha propuesta que implicaba la creación de la «Casa de la Cultura Nacional» precisamente en el edificio de las Galerías Pacífico, ubicado en la manzana porteña delimitada por la avenida Córdoba y las calles Florida, Viamonte y San Martín, con el fin de «asegurar la presencia sostenida de las provincias en la Capital Federal«.

Pero como ya es historia conocida, la ola privatizadora que fomentó el posterior gobierno menemista permitió que aquel hermoso edificio histórico se convirtiera en un lugar de shopping con un extenso patio de comidas permitiendo la presencia del destacado Centro Cultural Borges, aunque en una fracción minoritaria de su espacio. © veromendo, 2020.

A continuación se reproduce el texto del artículo del diario Pregón.

Muestra de poesía y cuento ilustrado, en el mes de abril

Pregón, 06-03-1988

Cumplimentada ya la faz organizativa en materia de invitaciones y entrega de las bases a escritores jujeños llamados a participar en la Muestra de Poesía y Cuento Ilustrado de Jujuy y Salta que, con auspicio de la Secretaría de Cultura de la Nación y de las direcciones de cultura de las provincias citadas, se llevará a cabo en Buenos Aires, visitó PREGÓN la coordinadora de la actividad, profesora Ofelia Bertolotto.

«Es mi propósito -señaló la señora Bertolotto- informar a los escritores invitados y pintores que ilustrarán las obras, que deberán presentar sus trabajos indefectiblemente, en la Dirección Provincial de Cultura, entre el 20 y el 25 del mes en curso. Inmediatamente después de cumplido el plazo, el organismo procederá al envío de las obras que está a cargo de la Secretaría de Cultura de la Nación».

LA MUESTRA

Nacida en una iniciativa de escrito­res de la región (Salta y Jujuy) reunidos en Buenos Aires con motivo de la últi­ma edición de la Feria del Libro, el desarrollo de la propuesta fue encomendado a la profesora Ofelia Bertolotto, quien reside actualmente en la Capital Federal. De sus gestiones derivó la aceptación de la Secretaría de Cultura de la Nación y el consecuente tratamiento por parte de la Dirección Provincial de Cultura. Formuladas las invitaciones a 27 escritores de nuestro medio, han sido confirmadas hasta la fecha participaciones de los siguien­tes: Mario Busignani, con ilustración de Leonor Moscarda; Tito Maggi, ilustra­ción de Félix de Valois Leaños; Néstor Groppa, ilustración de Ofelia Bertolot­to; Carmela Ricotti, ilustración de Raúl Chirimonti; Miguel Ángel Pereira, ilustración de Juan Carlos Entrocassi; Jorge Calvetti, posiblemente con ilustración de Carlos Aparicio; Marcelo Constant, con ilustración de María Patricia de Urquiza; Jorge Accame, con ilustración dé Héctor Alemán; Elena Bossio, con ilustración de Alicia Kingard; Oscar Berengan, con ilustración de Alicia Kingard. También ha sido confirmada la participación de Libertad Demitrópulos, Fortunato Farfán, entre los escritores y de Claudia Lassaletta, entre los pintores. En el caso de Domingo Zerpa, Ofelia Bertolotto señaló que aguarda un encuentro con el poeta que, en estos días, visita Susques.

DE SALTA

La muestra, que se llevará a cabo entre el 13 y el 14 de abril (sic) en la galería «Malvinas» (ex Pacífico) de la Capital Federal, reunirá asimismo a escritores y pintores de Salta. Hasta el momento han confirmado su participación: Julio César Luzzatto, con ilustración de Alina Neyman; Víctor Fernández Esteban, con ilustración de Jorge Brunetto; Nancy García, ilustración de Telma Palacios; Raúl Aráoz Anzoátegui, ilustración de Osvaldo Juane; Jacobo Regen, ilustración de Antonio Yutronich; Walter Adet, ilustración del mismo Yutronic; Raquel Escudero, ilustración de Guillermo Ucci; Juan Ahuerma, ilustración de Graciela Salim.

La próxima visita de Ofelia Bertolotto a Salta, permitirá conocer nuevas confirmaciones por parte de los artistas invitados.

ACTIVIDADES PARALELAS

El período de exposición de la muestra -apuntó Bertolotto- permitirá la realización de actividades paralelas y complementarias: un Encuentro de los escritores (entre el 13 y el 15) a través de su participación en mesas redondas, disertaciones y lectura de las obras; por otra parte, la exhibición en vitrinas de publicaciones de los autores de ambas provincias.

Con respecto al acto inaugural de la Muestra de Poesía y Cuento Ilustrado, la profesora Ofelia Bertolotto, anticipó: «hará uso de la palabra la señora Teresa de Anchorena, Directora Nacional de Artes Visuales, y se cumplirá un recital con obras de los escritores representativos de Jujuy y Salta Martín Raúl Galán y Manuel J. Castilla«.

Referencias

  • «Muestra de poesía y cuento ilustrado, en el mes de abril«. Pregón, 06-03-1988.
  • «Plan Nacional de Cultura 1984-1989«. Síntesis de las acciones realizadas por la Secretaría de Cultura de la Nación hasta el día 24 de septiembre de 1984. Participación en la distribución de los bienes y servicios culturales. Secretaría de Cultura de la Nación. Buenos Aires, 1984, pp. 78.
  • Artesanías tradicionales. Publicación de la Dirección Nacional de Antropología y Folklore. Secretaría de Cultura. Ministerio de Educación y Justicia. Año 2, Nº 2. Buenos Aires, 1989.
  • Bonasso, M. «Fernando ‘Pino’ Solanas a 10 años del atentado«. Diario Página 12, 27-05-2001 en https://www.pagina12.com.ar/2001/01-05/01-05-27/pag18.htm .