De Coraya a Casa Grande, biodiversidad y paisajes en Humahuaca (2020).

En la actualidad, el camino a Coraya se encuentra en estado de abandono. Una pena. Se recomienda consultar cuál es el estado del mismo antes de emprender su recorrida y circular con precaución. Por otra parte, la mina «El Aguilar», responsable del mantenimiento de los otros caminos de la zona, fue cerrada y desmantelada en 2021. Por ello, no puede garantizarse que el estado de los mismos sea transitable.

Actualización 2022.

Coraya es una pequeña población que se encuentra aproximadamente 15 km hacia el noroeste de la ciudad de Humahuaca a la que se llega por la RP Nº 14, que nace a la altura de Humahuaca (ver mapa al final). Si se continúa por el mismo camino, luego de recorrer otros 25 km es posible llegar a la localidad de Casa Grande. Los subyugantes paisajes que el trayecto depara, hacen que valga la pena realizarlo.

Además, la riqueza vegetal desplegada en el mes de enero en la zona también resulta sumamente atractiva. De manera tal que a cada paso, se torna casi obligatorio detenerse para fotografiar algunas de las innumerables especies vegetales o animales presentes. Resulta interesante asociar cómo la vegetación se ha adaptado a diferentes altitudes u orientaciones en las laderas, creciendo en agrupaciones.

Sin embargo, al partir desde Humahuaca lo que primero llama la atención durante dos o tres kilómetros son las banquinas de la RP Nº 14 llenas de desperdicios de todo tipo, por encontrarse en las cercanías del gran basural a cielo abierto ubicado al oeste de la ciudad. Además, todas las tardes se realiza la quema de basura generando humos acres que se pueden ver y oler desde los alrededores. Resulta deprimente tanto descuido e inacción por parte de las autoridades locales, a metros de la ruta nacional Nº 9, en la mismísima Quebrada de Humahuaca, Patrimonio de la Humanidad.

Pasando la zona del basural, ya el panorama se torna limpio y el paisaje vuelve a ser el centro de atención. La ruta empieza a transitar por un lateral de la Quebrada La Soledad, que a esta altura del año está totalmente reverdecida.

Vista hacia el N desde RP 14. A lo lejos se divisa la curva que realiza el Río Grande a la altura de Rodero (veromendo 2020)

Allí, churquis (Prosopis ferox), airampos (Opuntia sulphurea) y cardones (Trichocereus atacamensis) coexisten profusamente pues por tratarse de una quebrada transversal a la de Humahuaca, gozan de cierta protección. Si bien la época de floración de los churquis está llegando a su fin, aparecen salpicados del amarillo de sus flores junto a las de la sumalagua (Senna crassiramea o rígida), presente en menor proporción.

Como en toda la Quebrada de Humahuaca, la presencia de Tillandsia clavel del aire, en cardones, churquis y otras especies es un indicador del crecimiento lento o nulo, es decir, pone en evidencia la poca renovación que los tejidos vegetales tienen en las especies infestadas, lo que posiblemente está asociado a transformaciones producidas por el cambio climático.

Dejando atrás la Quebrada La Soledad, el camino sigue ascendiendo suavemente, proporcionando bellas panorámicas hacia Ovara y Rodero.

Mirando hacia el este, el río Grande corta la panorámica en la cual los techos de las viviendas de los barrios de Humahuaca brillan en sus márgenes y, más allá, se observa la RP Nº 73 como un sinuoso caminito que trepa hacia Pucara y Hornocal. Las Peñas Blancas y la Serranía de Hornocal, que se destacan en horas de la tarde, no llegan a distinguirse por el contraluz del sol de la mañana. En la última curva del camino, justo antes de adentrarse en la Quebrada de Coraya, un imponente Trichocereus atacamensis o cardón, nos regala una de sus últimas flores.

La Quebrada de Coraya es sinuosa y bella. En las laderas de su tramo inferior hay profusión de cardones y churquis que, lentamente, con la altura, van siendo reemplazados por pastizales andinos y otras especies arbustivas y herbáceas. Algunas de ellas muestran preferencias por laderas más reparadas y otras, simplemente, se han adaptado a vivir al ras del suelo pedregoso y calcáreo. Finalmente, tras recorrer 14 km se arriba a la entrada de Coraya, una encantadora localidad con un emplazamiento único.

Dejando atrás Coraya, el camino empieza a ascender sinuosamente. A sus costados los churquis van despareciendo y se empiezan apreciar otras especies como el palán-palán (Nicotiana glauca), llamado localmente «cacala«. Por su parte, los Trichocereus atacamensis dan lugar a Trichocereus tarijensis con deslumbrantes flores púrpura de mediados del verano. Registramos T. tarijensis entre los 3500 y 3850 m.s.n.m., cuando los pastizales de altura también empiezan a cobrar relevancia.

Un poco más arriba, alrededor de los 3750-3800 m.s.n.m., floridas matas de Adesmia y tolas en flor (posible Baccharis) sorprenden junto al camino. También se pueden observar Agalinis sp. de llamativas flores color fucsia.

En la misma zona, aparecen arbustos sin espinas, con delicadas flores blancas tipo verbenaceas, posible Junellia sp. o Mulguraea asparagoides.

Mientras queda atrás el último T. tarijensis, el camino sube y sube hacia el abra.

Resulta increíble la resiliencia mostrada por algunas especies de flor diminuta, que surgen en la mismísima huella de ripio, a 3850 m.s.n.m.

Entre los pastos de las laderas pronunciadas, a la misma altitud, aparecen otras cactáceas, Agalinis sp. y la llamada localmente «garbancillo» de bella flor azul pero que es tóxica para el ganado (Lupinus intortus).

Adesmia y angosto camino hacia una explotación de lajas (veromendo, 2020)

El camino, que inicialmente había mantenido rumbo hacia el oeste, empieza a dar un giro en su traza orientándose hacia el sur. En este momento, se abandona la quebrada que se venía flanqueando para internarse entre cordones montañosos hacia el abra, que dará paso a un entorno de magníficas vistas prepuneñas.

El abra en la RP 14, hacia Casa Grande a 3957 m.s.n.m. (veromendo, 2020)

Traspasando el abra, se continúa circulando en altura para luego, empezar un suave descenso hacia Casa Grande que se encuentra a 3450 m.s.n.m.. Luego de una curva, el paisaje comienza a abrirse permitiendo observar, en la lejanía, un huancar en la cabecera de la Quebrada de Yacoraite.

Pasando el abra a 3900 m.s.n.m. (veromendo, 2020)

De aquí en adelante, se atraviesan zonas donde tanto las laderas como el camino adoptan colores de increíble intensidad, que van desde el púpura al casi negro, viran al naranja y pasan al blanco tiza. Aquí, la diversidad mineral, vegetal y animal se sinergizan.

Vestigios arqueológicos, paisaje y minería en la casi Puna de Jujuy (3875 m.s.n.m., veromendo, 2020)

Luego de otra curva, se avisora en la lejanía al campamento de la Mina «El Aguilar» y más cerca, custodiando las espaldas del caserío que todavía permanece fuera de la vista, una colorida formación que recuerda al famoso «espinazo del diablo» de Tres Cruces. Además, se pueden apreciar vestigios arqueológicos de los habitantes originales del lugar en las laderas de un cerro «mirador«, desde donde se domina la visual de todo el lugar.

Nuevas curvas y contracurvas deparan más sorpresas vegetales, como la presencia abundante de arbustos de una variedad de Boungaivillea (posiblemente Boungaivillea spinosa), con sus característicos sépalos parecidos al papel de arroz, en varias tonalidades. También se puede encontrar «chinchircoma» de flor blanca (Mutisia hamata Reiche) que es muy utilizada localmente como planta medicinal, al igual que su pariente la «chinchircoma» de flor naranja (Mutisia freisiana Cabrera) cuyas infusiones se usan para la tos, para la fiebre y hay quiénes sencillamente la agregan al mate, junto con paico (Dysphania ambrosioides) y menta (Mentha sp.), de manera preventiva.

Mutisia hamata
Luminosa chinchircoma (Mutisia hamata, 3500 m.s.n.m., veromendo, 2020)

Al fin se comienza a divisar Casa Grande, un pequeño oasis entre la vibrante mineralidad, a orillas del río homónimo.

La confluencia de los ríos Casa Grande y Vizcarra es llamada localmente Punta de Agua. Estos dos ríos, junto al San Carlos, al Casa Chica y al Vicuñayoc dan lugar a la formación del río Yacoraite, que escurre sus aguas en su propia quebrada, más al sur. Aunque parece cerca, todavía quedan un par de kilómetros y unas cuantas curvas por transitar antes de arribar a destino.

Casa Grande: todavía quedan curvas y dos ríos que cruzar (veromendo, 2020)

Las playas de los ríos Casa Grande y Vizcarra son amplias y deben atravesarse adivinando un poco por donde va la huella y agradeciendo que, afortunadamente, traen muy poco caudal. Así, se llega a Casa Grande, donde lo primero que llama la atención es la frescura del lugar, ofrecida por la sombra de numerosos árboles ubicados estratégicamente por la mano del hombre. La parada obligada para conversar con algún vecino de la zona es frente a la Escuela local. Allí un cedrón (Aloysia citrodora) de añosos troncos deslumbra con el esplendor de su floración junto al rumor ensordecedor de miles de abejas que se están dando un banquete. Desde allí, se disfruta del mágico paisaje de Casa Grande.

El camino, que sigue por detrás del pueblo y llega hasta la Mina suele estar en buen estado general, salvo algunos pequeños tramos. Para volver a Humahuaca por Tres Cruces, se puede cruzar por la minera pero es necesario presentar documentación del vehículo y DNI de tod@s l@s viajer@s (La mina El Aguilar ha sido desmantelada, por lo cual no puede garantizarse que el estado de los caminos, del cual se encargaba la minera, sea transitable. Actualiz. 2022). Estos datos son clave para para evaluar el camino de retorno. Mientras tanto, se puede retomar por la RP 14 para explorar las formaciones montañosas tipo «espinazo» que se encuentran detrás de Casa Grande. Ciertamente, el camino se presenta bastante deteriorado en su primer tramo pero luego mejora y los paisajes que esperan son fascinantes. Pero este recorrido será parte de una próxima entrada.

(c) veromendo, 2021

Mapa Humahuaca- Coraya- Casa Grande basado en imagen de Google Earth (veromendo, 2021)

Agradecimientos: a la profe Faltracco y a Irma Alejo, compañeras en esta interesante travesía.

Bibliografía consultada

Sitios sugeridos

***

QUEBRADAS y ABRAS en la geografía de Jujuy.

Abra Yacoraite

Tiempo atrás me reencontré con una vieja postal en la que se mostraba un paisaje denominado como “Abra de Yacoraite”. Dispuesta entonces a preparar un nuevo texto para este blog, me puse a investigar al respecto para llegar a la conclusión de que no existe tal lugar bajo ese nombre sino que, en realidad, la postal muestra una imagen de la propia Quebrada de Humahuaca vista desde la confluencia con la Quebrada de Yacoraite (ver Abra de Yacoraite).

Así surgió el interrogante: ¿Cuál es la diferencia entre “Abra” y “Quebrada”? Porque hablar del “Abra de Yacoraite” no es lo mismo que referirse a la “Quebrada de Yacoraite”, esta última de ubicación precisa flanqueando el cauce del río homónimo.

En el diccionario de la Real Academia Española (RAE), una “quebrada” ha sido definida como “paso estrecho entre montañas” ó “hendidura de una montaña”. En cambio, un “abra” se describe como “una abertura ancha y despejada entre dos montañas” o como “una grieta producida en el terreno por efecto de sacudidas sísmicas» (1).

Si bien brindan una idea general, ambas definiciones parecen demasiado amplias, y al buscar más precisiones, se abre un abanico muy amplio de términos emparentados. De hecho, además de depender de su origen geomorfológico y de su etimología, la utilización de los vocablos quebrada y abra está fuertemente relacionada con los usos y costumbres de cada comunidad.

  

Se va la primera…

Quebrada de Huichairas desde Alfarcito Miguel Vieira Flickr

Quebrada de Huichaira desde Alfarcito, Tilcara (Miguel Vieira, Flickr).

En Argentina, Bolivia y Chile, países de América del Sur con regiones andinas, el término quebrada sirve para dar nombre a estrechos valles que se encuentran encajonados por montañas cuyas laderas descienden de forma pronunciada en su superficie (2).

Carlos Reboratti, en su libro La Quebrada, señala: “En términos técnicos, una quebrada es ‘una abertura estrecha y áspera entre montañas’ (Real Academia, 1970, pág. 34), similar sentido al que los anglosajones le dan al término gorge. En nuestro país la palabra es ampliamente utilizada con ese sentido y como topónimo se repite en muchas provincias (por ejemplo, Quebrada del Condorito en Córdoba o Quebrada de San Lorenzo en Salta). Pero sin embargo, la Quebrada por antonomasia, sin otro apelativo es, en el imaginario de la mayor parte de los argentinos, la Quebrada de Humahuaca, efectivamente un valle muy profundo ubicado entre altos cordones montañosos.” Reboratti indica, además, que la Quebrada es en particular un complejo de valles fluviales de distinto tamaño, donde el eje principal es el valle del río Grande al cual contribuyen, tanto desde el este como del oeste una gran cantidad de quebradas de menor envergadura como las de Purmamarca, Juella, Calete, Yacoraite, entre otras (3).

Cumbre cerro Amarillo Juella Pupu Panoramio recorte

Quebrada de Juella, Tilcara (-Pupu¬, Panoramio).

Por su parte, la Quebrada de Yacoraite constituyó en tiempos pasados, un lugar estratégico de intercambio y vinculación entre la Puna y la Quebrada de Humahuaca (4).

Al pasar al idioma inglés aparecen varios términos relacionados con quebrada: canyon (cañón), gorge (garganta, ya mencionada por Reboratti), ravine y gully (barrancos ó barrancas, según su dimensión). En Wikipedia, así como también en algunos diccionarios on-line, los tres primeros se indican como traducciones posibles para quebrada, mientras que en otros sitios directamente se encuentran aplicados como: “Humahuaca ravine”, “Humahuaca gorge” y hasta “Humahuaca canyon(5). En ese sentido, investigadores argentinos especializados en temas de la región, eligen mantener la palabra “Quebrada” cuando sus publicaciones se traducen al inglés (6).

GargantaDiablo CristianFunes Panoramio

Garganta del Diablo, Tilcara (Cristian Funes, Panoramio)

.

En Argentina, la palabra “cañón” se prefiere para denominar al accidente geográfico generado por la acción erosiva de un río (o de hielo) que excavó una profunda hendidura de paredes casi verticales. Un ejemplo de esto es el emblemático Cañón del río Atuel, en la provincia de Mendoza (7).

A su vez, “garganta” se utilizaría más precisamente para referirse al accidente geográfico puntual originado o no por erosión, que puede incluir saltos de agua. Por ejemplo la “Garganta del Diablo”, ubicada a 7 km del pueblo de Tilcara, generada por años de erosión del río Huasamayo (afluente del Río Grande por su margen Este). Otra garganta homónima, generada por acción del agua y del viento se encuentra en la Quebrada de la Conchas, cerca de Cafayate, en la provincia de Salta. Entre estos es imposible dejar de nombrar al salto más famoso de las Cataratas del Iguazú (en la provincia de Misiones, aunque quizás tenga distinto origen geomorfológico) (8).

Se va la segunda…

Ampliando la definición proporcionada por la RAE, Wikipedia indica que un “abra” es “un corte transversal en una cadena montañosa, producido tanto por sismos como por las aguas de un río, que habitualmente es usado para franquear la cordillera”. Es decir, indica un paso de montaña, más allá de su origen. La denominación “cluse” coincide o amplía esta definición (9).

Paso Zapaleri Carlos Lucchini viajeros4x4

Paso o Abra Zapaleri (Carlos Lucchini en http://viajeros4x4.com/2007-08/h8_vilama3.htm)

Por su parte, en un muy completo artículo del diario El Tribuno de Salta, el geólogo Ricardo Alonso explica que el término “abra” proviene del francés “havre”, que significa “puerto de mar”, y que en el siglo XVI empezó a ser utilizado en América por analogía, para indicar la “abertura entre dos montañas” (10).

Finalmente, Irene Noceti indica que “los pasos serranos localmente denominados abras o portillos constituyen los espacios utilizados para transponer las cadenas montañosas y pasar de una cuenca o sub-cuenca hidrográfica a otra(11). Es típico hablar de “abra” en la línea de altas cumbres de la cordillera de los Andes, donde se ubican entre los picos de mayor altura de una cadena montañosa y por ellas es posible traspasar el límite fronterizo. Algunas han sido o aún continúan siendo utilizadas por arrieros, otras nunca han sido pisadas porque su altura o dificultad no las hace elegibles para ese menester (10, 12). Estos lugares son considerados sitios de culto popular, por ser considerados “puertas de entrada” a otras regiones o por ser la culminación de tramos difíciles del camino. Por ello han sido elegidos para alzar apachetas y se han encontrado, además, ofrendas vinculadas a los rituales de tránsito de los caminantes (4).

La localidad de Abra Pampa, en la puna jujeña, constituye un topónimo que, aunque no corresponde a las características geográficas ya descriptas incluye la palabra “abra”. Abras emblemáticas en la provincia de Jujuy son el Abra del Zenta (4.200 m) en la sierra homónima, que comunica la región de la Quebrada de Humahuaca con la región de Yungas, y el Abra de Cóndor (4180 m), que es el punto de máxima elevación en el camino que comunica Jujuy con la localidad de Iruya, en Salta, y constituye el límite político entre ambas provincias. Comunicando la Quebrada de Humahuaca con la el sector Oriental de la Puna, existen otras menos conocidas como Abra de Cosmate, de Chasquillas, del Altar, de Lipán y de Pibes. Ya dentro de la región de la Puna se encuentran el Abra de Rachaite, Abra del Gallo cerca del Paso de Jama en límite con Chile y Abras de Tinte y de Granada en Rinconada (10, 13, 14).

*** © veromendo

Llegando al Abra de Zenta Vicky Yened Panoramio

Llegando al Abra del Zenta (Vicky Yened, Panoramio).

Referencias:

Lecturas para el viajero curiosohttps://chucalezna.wordpress.com/2016/01/29/lecturas-para-el-viajero-curioso/

Fotos, agradecimientos & recomendaciones:

 

Abras and Quebradas: English Abstract

[…]

In several South America countries where Andean region is comprised, such as Argentina, Bolivia and Chile, the word “quebrada” is used for naming the narrow valleys that are surrounded by steep sloped mountains (2).

In his work «La Quebrada», Carlos Reboratti associates the technical term “quebrada” with the anglo-saxon term “gorge”. In our country the word has been widely used followed by the geographical name. Eg: Quebrada del Condorito in Córdoba province or Quebrada de San Lorenzo in Salta province. Nevertheless, the “Quebrada” par excellence, the one with no other appellation in the argentinean minds is the “Quebrada de Humahuaca”. Reboratti further indicates that the latter is more than a deep valley in between very high mountains. It is actually an assembly of several river valleys of various sizes, with the main focus on the Río Grande Valley to which the smaller contribute from both east and west sides. Eg. Purmamarca, Juella and Yacoraite are contributory quebradas from the west side, while Calete is from the east (3). For its part, the “Quebrada de Yacoraite”, which has been subject of many entries in this Blog, is considered to have been a strategic trail, connecting the Quebrada de Humahuaca with the Puna region in ancient times (4).

[…]  Wikipedia defines an «abra» as «a cross section in a mountain product of an earthquake or generated by the action of a river, which is usually used as a mountain pass to get from one side of a mountain chain to the other». The word «cluse» would match this definition (9).
Moreover, the geologist Ricardo Alonso explained in a recent article, that the term «abra» is derived from the French word «havre«, which means «sea port». Introduced in America during the sixteenth century, it has been used in a similar way to indicate the disruption between two mountains (10).
Eventually, Irene Noceti tells us that an “abra” or “portillo” is a local way to refer to “the open space or mountain pass used to overcome the mountain ridges that separate a river basin from another” (11). Also, in the line of watershed of the Andes, several «abras» possibilitate the crossing over the border limit. Some of them are still in use by mule drivers or local shepards while others have never been used due to their height or difficult in approaching (10, 12). In addition, these are considered places of worship, particularly when a difficult road or path culminate in one of these «gateways» to other region. In that cases, ritual “apachetas” devoted to the Pachamama are raised by the local wayfarers (4).
Emblematic “abras” to be mentioned in Jujuy province are Abra del Zenta (Zenta Abra at 4,200 metres above sea level) which connect the Quebrada de Humahuaca to the Yungas region, and Abra de Condor, located at the point where the road that links Jujuy province with Iruya town (in Salta province) reaches its maximum height of 4180 metres. Also, connecting the Quebrada de Humahuaca with the eastern Puna there are other less known “abras” like Cosmate, Altar, Lipán and Pibes (a.k.a. Pives). Once in the Puna region, Rachaite and Gallo are located near Paso de Jama, limiting with the chilean border. In the Rinconada department, Tinte and Granada abras are distinctive ones due to the beauty of their landscapes (10, 13, 14). © veromendo