Fervor mundialista. La selección de Chucalezna.

Si de mundiales de fútbol se trata, todos tenemos anécdotas y formas de relacionarnos con aquellos. En lo personal, desde el del 78, que seguí en mi Jujuy natal, aunque sin entender muy bien de qué iba, pasando por el del 82, completamente eclipsado por la Guerra de Malvinas, para llegar al inolvidable del 86 que vivenciamos a todo trapo con mis amigas de entonces, Yanina Barragué y Ale Vecchiarelli. Ellas, que eran super fanas de Pumpido y Valdano, llegaron a escribirle cartitas de admiración a estos ídolos, recortaban sus fotos, se sabían sus biografías de memoria. A mí me super divertían todas estas picardías y acompañaba con alegría su devoción. La final de la copa del mundo del 86 la vimos en casa de Ale, junto a su papá, y mientras el partido nos ponía los nervios de punta, íbamos recortando revistas y diarios, preparando una lluvia de papelitos sin siquiera atisbar la posibilidad de que tuviéramos que dejarlos en la bolsa. Afortunadamente, el gol del Burruchaga casi sobre el final del partido habilitó que pasados los 90, pudiéramos salir al balcón y liberarlos junto a numerosos vecinos que habían tenido la misma idea. Lo recuerdo con muchísima emoción… 

Y así pasaron más mundiales, otras compañías, el mismo nervio, hasta hoy…

Sin embargo hubo un equipo, una «selección» de niños que me llegó al corazón. Allá por 2014, digitalizando los negativos de fotos tomadas por mi padre, aparecieron estas increíbles imágenes. El equipo de los Niños de Chucalezna, allá por la década del ’60.

El fútbol ha sido y es, una pasión para los argentinos. Aún en los lugares más remotos o alejados de los centros de consumo masivo y urbano, siempre existe un “potrero” donde chicos y chicas puedan juntarse, armar equipo e improvisar un “picadito”. A través de estas imágenes homenajeo a todas las «selecciones» de nuestro querido país, hoy unido por la «Scaloneta».

veromendo dic. 2022

IG: @chucalezna

chucalezna

La Selección de Chucalezna.

img577 compWordpressCabeceando un «centro». Dos niños del Taller de Chucalezna luchan por dar un cabezazo certero. Foto Jorge A. Mendoza (1960)

640px-WC-2014-Brasil.svg

Mientras me dispongo a disfrutar, o tal vez a sufrir, con el partido debut de la Selección Argentina en el Mundial 2014, contra Bosnia y Herzegovina, comparto con Uds. las fotos del equipo de fútbol de Chucalezna, que esperaban el momento preciso para revelarse al mundo…

El fútbol ha sido, y es, una pasión para los argentinos, y aún en los lugares más remotos y alejados de los centros de consumo masivo y urbano, siempre existe un “potrero” donde los chicos pueden juntarse, armar equipo e improvisar un “picadito”.

Aquí las fotos de los chicos del Taller de Chucalezna jugando al fútbol que emocionan, contagian su energía, alegría y a la vez su humildad.

img575 compWordpressdotcomHay equipo.Formación del equipo de la

Ver la entrada original 23 palabras más

Palabras para un acto.

Acto de imposición del nombre «Los Niños Pintores de Chucalezna»

a la Escuela Provincial Nº 332, en Humahuaca

6 de diciembre de 2021

«Crecí de la mano de una madre y con un padre en borrosas fotografías en blanco y negro. Eso sí, sabiendo que el de las fotografías, además de mi padre, había sido alguien muy especial dedicado de lleno a la tarea docente con los chicos de un lugar llamado Chucalezna.

Niños y niñas del Taller de Chucalezna junto a mi padre, su profesor, Jorge Mendoza (colección Jorge Mendoza, década del 60)

Por eso, la tarea de mi viejo ya no como papá, sino como maestro de aquellos niños y niñas siempre me conmovió y me llevó a reflexionar acerca de la importancia de su función para ellos. Está claro que les abrió una puerta hacia la expresión plástica y los guió en ese mundo de colores y formas, para poder expresar parte de su alma y de su realidad, utilizando como herramientas pinceles, témperas y papel. Esta tarea demandó gran energía, pero sobre todo amor a su profesión, a su tierra y a su gente.

Y hoy, 6 de diciembre de 2021, me siento hermanada con los niños y niñas de Chucalezna, y embargada de alegría y emoción por poder estar presente, junto a ellos, junto a Uds., compartiendo la concreción de este pequeño gran sueño que es que esta querida escuela sea reconocida ya no bajo un número, sino como ‘la Escuela de los Niños Pintores de Chucalezna‘.

Deseo entonces compartir sus nombres listados preliminarmente, con la esperanza de un día poder encontrarlos a todos. Ellos son:

Para más información ver entrada «Todos los nombres…Chucalezna«

Asimismo no puedo dejar de recordar a docentes como Nicolasa Nelson de Mendoza, mi abuela y directora de la entonces Escuela Nacional Nº 112; al profesor Claudio Samos, que junto con mi padre, inició el Taller de los Niños Pintores de Chucalezna; a don Takashi Takahashi, profesor de cerámica y continuador del Taller luego de la muerte de mi padre; a don Ricardo Vilca y a don Roberto Puca, maestros de música y de telar respectivamente. A don Roque Tarcaya, continuador de la cerámica, en representación de todos los docentes y maestros que abnegadamente transitaron por esta escuela.

También quiero agradecer a las autoridades del Ministerio de Educación de Jujuy, especialmente al departamento de Educación Artística por habernos recibido y demostrar interés en nuestro proyecto de creación del Museo Escolar de los Niños Pintores de Chucalezna y rogamos encarecidamente que hagan todo lo necesario para concretarlo.

De la misma manera quiero agradecer a la directora Lucrecia González, por ser un baluarte en este sueño educativo.

Finalmente, quiero resaltar que en el Diccionario de la Provincia de Jujuy de Antonio Paleari, se destacan a los Niños Pintores de Chucalezna como un «Movimiento artístico local«, dando cuenta de la magnitud de esta experiencia.

Muchas gracias.«

©veromendo; @chucalezna

Más sobre Chucalezna, su escuela y su arte en:

Destacado

Tener identidad te hace única.

Escuela Nº 332 de Jujuy «Los Niños Pintores de Chucalezna«

Chucalezna, 6 de diciembre de 2021

En 2018, luego de investigar sobre la historia de la Escuela Nº 332 de la localidad de Chucalezna –en Humahuaca, Jujuy–, la comunidad educativa local se puso de acuerdo para que llevara un nombre que le otorgara identidad: «Los Niños Pintores de Chucalezna«. El nombre elegido homenajea a aquellos alumnos y alumnas de la escuela, que con su impronta hicieron camino en el mundo de la expresión y del arte, llegando a trascender la tierra que los vio crecer.

Afiche realizado por docentes de la Escuela Nº 332 «Los Niños Pintores de Chucalezna» con motivo del Acto de imposición del nombre.

La docente y directora que llevó adelante la propuesta, Reimunda Lucrecia González, explica que «el nombre está respaldado por una historia a la cual quisimos darle valor puesto que es importante para la Comunidad de Chucalezna, siendo necesario rescatar y dar a conocer al mundo la historia de los Niños Pintores de Chucalezna –los niños, que existieron y que existen–«. (1) Y así, en agosto de 2019, tras numerosos trámites ante el Ministerio de Educación de Jujuy, se promulgó la resolución Nº 13.115 a través de la cual se aprobaba la elección de ese particular nombre para la Escuela. (2)

Un cartel con lema del acto de imposición del nombre de la Escuela Nº 332 de Chucalezna dio la bienvenida a todos los invitados (foto: @silvinadiazmuseóloga)

Para el acto de imposición del nombre de la Escuela Nº 332 de Chucalezna, su directora y docentes acuñaron como lema «Tener identidad te hace única«, para aludir al hecho de que a través del nombre se está rescatando y comunicando su historia, dándole el valor patrimonial histórico y cultural que se merece dentro de la Comunidad de Chucalezna, en Humahuaca. Así se suma de manera explícita al de la Quebrada de Humahuaca como «Patrimonio de la Humanidad» y al de la provincia de Jujuy.

Una escuela rural, una historia real

Inaugurada en 1931 como una escuela dependiente del Consejo Nacional de Educación, fue designada como la Nacional Nº 112. Hacia 1958, el humilde edificio escolar construido en adobe, con techos de madera de cardón torteados con barro y paja, se encontraba en «la Banda» de Chucalezna (que es como se denomina popularmente a la margen Este del río Grande). Hacia 1968, la escuela fue trasladada a un predio situado un poco más al norte y del otro lado del río Grande. Finalmente, a mediados de los años 70, la familia Apaza donó un terreno con el fin de que allí se alzara de manera definitiva la Escuela de Chucalezna. En 1978, se promulgó el decreto ley Nº 21.809, que ordenaba transferir los establecimiento de enseñanza dependientes del Consejo Nacional de Educación a la provincias. De esta manera la escuela pasó a la provincia de Jujuy, nominándose bajo el número 332.

En 1977, mientras aun era escuela nacional, un moderno edificio fue construído y donado por Ford S.A. En ese entonces, la iniciativa de la empresa y de sus concesionarios respondía a un programa innovador de construcción de escuelas rurales iniciado en 1968, que perseguía tres objetivos esenciales como proveer de agua potable, de energía eléctrica y con un diseño de muy bajo mantenimiento. Estos conceptos que hoy parecen ser básicos, se encontraban ausentes en un gran número de escuelas de nuestro país, especialmente las del interior profundo. En 2010, Ford volvió a la escuela, esta vez con el fin de realizar obras de remodelación y mantenimiento del edificio, reequipando y refuncionalizándolo con tecnologías amigables con el medioambiente, como por ejemplo la instalación de un calefón solar heat pipe importado (3) que permitió que las instalaciones escolares contaran con agua caliente. Esto se enmarcó en el programa “Educación para un nuevo mañana” que era un poco la continuación del primero. De esta manera, la escuela quedó apadrinada por Ford. (4)  

En 1958 llegó a Chucalezna la maestra Nicolasa Nelson de Mendoza para asumir como directora de la escuela. Traía la experiencia de haber ejercido su rol docente en escuelas del paraje Puerta Potrero y Puesto del Marqués, en Cochinoca, y Los Lapachos en el departamento de El Carmen. En 1959, Nicolasa impulsó un taller extracurricular de arte que, más adelante, fue conocido como el «Taller de los Niños Pintores de Chucalezna«. Como ya se contó en numerosas ocasiones en este Blog, los profesores Claudio Samos y Jorge Mendoza, hijo menor de la directora, ambos egresados de las Escuelas de Arte de Buenos Aires y recién llegados a Jujuy, comenzaron a dar clases de dibujo y pintura ad honorem al alumnado de la escuela. (6, 7, 8) Los niños y niñas que concurrían llegaban desde las inmediaciones aunque no por eso era menos sacrificado. Ya desde el otoño las condiciones climáticas en Humahuaca son sumamente crudas y en invierno el clima se poner peor. Algunos tenían que cruzar el río para llegar a la Escuela, mientras que otros se acercaban en burro o tenían que caminar un buen tramo, tal como se ve reflejado en el film que realizó el documentalista Jorge Prelorán (1968, 9). A pesar de estas dificultades, las actividades en el taller de pintura crecieron, sumando escultura y más adelante cerámica y telar. Así, los pequeños del lugar empezaron a expresar sus vivencias, su realidad a través del arte. Para más detalles ver «Niños Pintores de Chucalezna por Jorge Mendoza» (10).

Entre los años 1959 y 1973 pasaron por el aula de la Escuela Nº 112 –y por el Taller– muchos niños y niñas pero cerca de setenta nombres fueron los que quedaron registrados en catálogos de muestras ofrecidas, en listas escolares (Ver entrada «Todos los Nombres…«) y en la tradición oral de los lugareños. Ellos cobraron su real dimensión en diciembre de 2021, cuando el reconocimiento llegó junto con el nombre elegido para la escuela.

El acto de imposición del nombre «Los Niños Pintores de Chucalezna» a la Escuela Nº 332 tuvo lugar el 6 de diciembre de 2021, coincidiendo –por esas casualidades– con la fecha del cumpleaños de la ex- directora Nicolasa. Fue una ceremonia protocolar a la cual asistieron altas funcionarias del área de Educación como la sra. Ministra, lic. María Teresa Bovi, la entonces secretaria de Gestión Educativa, Fabiola Recciutto y la responsable del área de Educación Artística, Paula Cardozo. También se contó con la presencia de la flamante Comisionada de Uquía, Gabriela Flores. Sin embargo, el corazón de la ceremonia fue la presencia de 15 de aquellos niños y niñas pintores –ahora ya mayores– o de sus familias, que participaron con la genuina alegría de volver a la Escuela y reencontrarse.

El acto tuvo repercusión en medios locales y nacionales, quizás por el significado que tiene esta historia para el patrimonio cultural de la localidad de Chucalezna, de la provincia y de nuestro país. (1, 11, 12, 13, 14) Por su parte, la ministra de Educación se comprometió con la Comunidad «para trabajar en el proyecto de un museo escuela y que el taller de Jorge Mendoza vuelva a funcionar para todos los niños«,(12) puesto que la escuela no cuenta con la enseñanza de artes plásticas en su currícula.

El acto en primera persona.

Nos tocó un día fresco pero con el sol de la Quebrada asomando entre nubes pomposas. Llegamos muy temprano pues gracias al apoyo de la profe Alicia Faltracco, íbamos a montar una pequeña muestra con obras pictóricas realizadas por los alumnos del taller de la época 1959-1973. La ceremonia se inició con la entrada de la bandera de ceremonias para luego entonar el himno nacional. La emoción de cantar el himno bajo el cielo de Chucalezna, en ese entorno natural monumental, rodeada de las frescas y enérgicas voces infantiles hizo que brotaran las lágrimas y que no cesaran de caer. Luego, junto a la ministra Bovi y, en representación de los Niños y Niñas Pintores, Lidia María Ríos, fuimos invitadas a acompañar a un alumno para izar la bandera nacional en el mástil central de la escuela.

Mientras sonaba Aurora la bandera se deslizó suavemente hacia arriba y a punto de alcanzar el tope, se empezó escuchar un murmullo creciente entre los presentes. Varios señalaban con sus dedos hacia el cielo. En ese momento observé que un ave de inmensas alas sobrevolaba con elegancia nuestro acto escolar y que después de dar dos vueltas por encima del mástil, se retiró. Algunos dijeron que era un cóndor, otros que se trataba de un águila. Fuera la especie que fuera, yo sentí que era la presencia de los altos espíritus que nos daban su bendición. Y por supuesto, brotaron más lágrimas.

Niños Pintores y la ministra Bovi durante el Acto (foto: prensa.jujuy.gob.ar, 5).

El acto continuó con palabras de la directora González, de la ministra Teresa Bovi. También tuve que dirigir unas palabras yo misma, como hija del profesor Mendoza y nieta de Nicolasa. Finalmente, con las sentidas historias y vivencias de los Niños y Niñas Pintores que se animaron a hablar, el acto tuvo un final emocionante.

Estudiantina. De pie, de izquierda a derecha: Lidia María Ríos, Miguel Martínez, Rosaura Liquín, Luis Chauque, Patricia Cruz, Andrea Garnica, Felipa Saiquita, Enrique Mamani y Zoilo Gaspar. Sentadas: Leonor Saiquita, la sra. Gladys -esposa de Miguel- y Bartola Garnica, esposa del Niño Pintor Roberto Martínez (foto: Diario El Tribuno de Jujuy, Ref. 6).

Luego de la «sesión de fotos«, nos dirigimos al edificio escolar para apreciar la muestra de obras montada gracias a la inestimable ayuda de la profe Faltracco y de la museóloga Silvina Díaz .

Los Niños y las Niñas aprovecharon para reunirse, departir y entonar una coplas como antaño. Cabe mencionar que la última reunión de Niños Pintores en la Escuela había tenido lugar en 2009, con motivo de cumplirse el 50º aniversario de la creación del Taller de pintura y en homenaje a mi padre.

El encuentro con los Niños y Niñas otrora alumnos de mi padre, estuvo colmado de emoción y de bendiciones. No hubo barbijos, por entonces obligatorios por los casos del virus COVID-19, que pudieran contener los besos y los abrazos ante el reconocimiento y el encuentro. Los nombres, sus nombres, que tanto había repasado en listas y que en mi mente se asociaban a creaciones pictóricas, comenzaron a descubrir sus rostros. Ahora esos nombres también tenían rostros. Y me manifestaban el cariño que le profesaban a mi padre así como me hicieron saber de la gran dedicación que mi padre tenía hacia ellos, hacia la tarea docente, hacia el Taller, hacia Chucalezna. Me contaron tantas anécdotas que se han ido fragmentando: que subían a aquel cerro, que salían a pintar en las noches de luna, que armaron una pequeña represa en el río grande para tener peces, que les enseñó a hacer unos pinceles que llamaban «sacachispas«, que hacían cerámicas con un torno enorme también construído por mi padre, que les daba los materiales para pintar pero también ropa que lograba de donaciones desde Buenos Aires… En todas destacaban la bondad, la generosidad de mi viejo y su don de gente. Incluso, pude enterarme de que varios de los Niños y Niñas eran ahijados de mi padre o de Nicolasa. Ese día, recibí una masiva e inesperada cantidad de cariño. Una avalancha. Esa mañana comprendí que esa ola de amor no era otra cosa que un círculo virtuoso que mi padre había iniciado 60 años atrás y ahora me abrazaba a través de esos Niños y Niñas que destilaban cariño y respeto. Y yo comencé a sanar una herida que me había acompañado por 50 años.

No quiero dejar de mencionar a Félix B. Saiquita, Luisa D. Saiquita, Victoria Quintanilla y Eugenio Vilca, que no nos pudieron acompañar en la ceremonia por encontrarse viviendo lejos, por razones laborales o de salud. También quiero homenajear a Juan Humberto Aracena y a Roberto Martínez, en nombre de todos los Niños y Niñas que ya no están en este plano físico, pero que confío pudieron recibir este inmenso reconocimiento in memoriam.

En Chucalezna, el arte está en el aire

Quien visite Chucalezna y la recorra palmo a palmo, impregnará las células con su aire puro y las retinas con su paisaje. Ahora, además, se podrá llevar esta bella historia que la Comunidad ha puesto en valor; la de la Escuela de los Niños y Niñas Pintores: los legendarios que crecieron y abrieron el camino para desarrollar su arte allí y los que hoy en día, con el esfuerzo de la comunidad educativa, continúan con la tradición de dibujar y pintar.

© veromendo

La antigua Escuela de Chucalezna en la Banda, en la mirada de la Niña Pintora Andrea Garnica (témpera, 96 x 71 cm). Esta obra se encuentra expuesta en el Museo Municipal de Bellas Artes de San Salvador de Jujuy (ref. 15)

Final de acto. Acompañando a la direc. R. Lucrecia González. A su izq.: mga. Silvina Díaz y veromendo. A su derecha: la Niña Pintora Rosaura Liquín y la profe Alicia Faltracco.

Agradecimientos

  • A Reimunda Lucrecia González, directora de la Escuela Nº 332 «Los Niños Pintores de Chucalezna«.
  • A la profe Alicia Faltracco.
  • A la mga. Silvina A. Díaz.
  • A la Comunidad de Chucalezna.

Referencias

Más sobre Chucalezna, su escuela y su arte en:

Día Internacional del Artesano

«Maestro de lo que has vivido, artesano de lo que estás viviendo y aprendiz de lo que vivirás»

Richard Bach

Niñxs, maestrxs, artesanxs que pasaron y pasarán por Chucalezna, dejando el alma en su obra.

Pizarrón en la Escuela Nº332 de Chucalezna en el año 2019.
Prof. Mendoza trabajando en un bajorrelieve (foto colección Jorge Mendoza)

Todos los nombres… Chucalezna.

STAT ROSA PRISTINA NOMINE, NOMINA NUDA TENEMUS

Umberto Eco, «El nombre de la rosa».

La lista apareció milagrosamente en un enjambre de papeles. Era una hoja amarillenta prolijamente delimitada con líneas rectas trazadas con regla.

La fila superior que encabezaba cada una de las columnas indicaba, con letra cursiva, «apodo, nombre, fecha de nacimiento y año». Reconocí la letra inmediatamente por los particulares firuletes, iguales a los de las cartas que muchos años después, la directora de aquella escuela me enviaría a mí, su nieta.

Así que eran ellos. Ahora teníamos una lista casi oficial que los agrupaba a todos. O a muchos. A los más «conocidos» por los cuadros y exposiciones y a aquellos que acompañaban la experiencia compartiendo el aula.

Entonces, cruzando esta información con la de los catálogos de las exposiciones y junto a los nombres provistos en algunos artículos periodísticos pude armar esta lista de «Niños y Niñas Pintores y Pintoras de Chucalezna» que pasaron por la Escuela-Taller en los tiempos de Mendoza, Samos y Takahashi como directores. Seguramente faltan muchos, especialmente de la «era Takahashi«. Y esperamos que con el transcurso del tiempo aparezcan cual invaluables piezas de rompecabezas, y podamos completar la lista.

Sin embargo, hoy, el homenaje a todos aquellos que pasaron con su arte por Chucalezna se realiza simplemente a través de los nombres que hemos rescatado de algún papel o documento durante la exhaustiva recopilación de antecedentes del Taller, con el fin de armar el Proyecto de Museo en Chucalezna.

Y cómo dijo Eco en su amado latín: “La rosa primigenia existe en cuanto al nombre, sólo poseemos simples nombres”.

  • Roberto Martínez
  • Miguel F. Martínez
  • Nicolás Martínez
  • Nicolás C. Montoya
  • Carmen Rosa Ríos
  • Inocencio Sánchez
  • Saturnino Flores
  • Guadalupe Choque
  • Juan Humberto Aracena
  • Alejandro Mamaní
  • Ángel Santos Mamani
  • Sara Segarra
  • Félix Benjamín Saiquita
  • Ubaldo Cruz
  • José Antonio Ríos
  • Teodoro Chauque
  • Florentino Velásquez
  • Angélica Mamaní
  • Andrea Garnica
  • Herminio Mendoza
  • Lidia María Ríos
  • Marcos Chorolque
  • Zoilo Gaspar
  • Eufemia Teodora Gaspar
  • Felipa D. Saiquita
  • Gregoria Chorolque
  • Enrique Mamani
  • Cástulo Vilte
  • Gregorio Cruz
  • Gregorio Lorenzo Machaca
  • Germán Machaca
  • Eugenio Vilca
  • Luisa Dominga Saiquita
  • Isabel Martínez
  • Raúl Carlos Ríos
  • Luis Chauque
  • Victoria J. Quintanilla
  • Rosaura Liquín
  • Agripina María Lamas
  • David Felipe Ríos
  • Guillermo Machaca
  • Biviano Cabana
  • Juan Carlos Toconás
  • Valentín Mendoza
  • Juan Norberto Martínez
  • Natividad Angélica Ríos
  • Mercedes Prieto
  • Ramón Robles
  • Justina Mamani.
  • Mauricio Vélez.
  • Catalina Romero.
  • Marcial Pablo Ramos
  • Margarita Montoya
  • Fidel Machaca
  • Julio D. Apaza
  • Pablo Bejarano
  • Natividad Abán
  • José Miguel Vélez
  • Raúl Luis Vélez
  • Alejandro Cruz
  • Diega Vilca
  • José Vilca
  • José Martínez
  • Héctor Cáceres
  • Patricia Magdalena Cruz
  • Oscar Santos Ríos
  • Vicente Clemente Cruz
  • Mario René Ríos
  • Facundo Vilca
  • Dante Flores
  • Gregoria Mejía (lista actualizada al 18/11/2021)

Todos los nombres, las obras

En el acta de la donación realizada al Museo Municipal de Bellas Artes de San Salvador de Jujuy figuran los nombres de los cuadros con sus respectivos autores pero, por motivos desconocidos para mí, el Museo decidió omitir las individualidades en pos de lo colectivo de la colección. He aquí algunos de los trabajos y sus autores/as.

También en los Cuadernos Franciscanos y en el almanaque 1976 de UNICEF (ver Entrada 160 y Entrada 22, respectivamente) se reproducen trabajos indicando los nombres de sus autores.

«Paisaje» por Luisa D. Saiquita (Calendario UNICEF 1976)

Y finalmente los inéditos, los que esperan un lugar en el Museo de Chucalezna, cuyo proyecto ya fue presentado ante las autoridades provinciales en Marzo del año 2019.

"Burritos" por Eugenio Vilca (témpera, 50 x 35 cm)
«Burritos» por Eugenio Vilca (témpera, 50 x 35 cm)

Todos los nombres, los rostros

Alumnos del Taller de Chucalezna bajo la dirección de profesor Mendoza (fotos: Jorge Mendoza). Eugenio Vilca (izq.) y Gregorio Machaca (der.).

También en el documental «Chucalezna» de Jorge Preloran, podemos reconocerlos, escucharlos e interiorizarnos en su realidad.

Nota: la identificación de los Niños y Niñas fue realizada por ell@s mism@s a repasar la fotografías, posteriormente a esta Entrada.

©veromendoza

Referencias

  • Lista manuscrita con apodos y fecha de nacimiento
  • Catálogos de Exposiciones

Artículos periodísticos:

Otras entradas de este Blog:

El Dique «La Ciénaga» por Roberto Martínez

Roberto Martínez fue un alumno del Taller de Chucalezna bajo la dirección del profesor Mendoza. …

img437-21

Foto-contactos: archivo de Jorge A. Mendoza. Digitalización: veromendo.

Chucalezna en la mirada de 乔治·普罗兰

Chucalezna (1968)

https://movie.douban.com/subject/3841509/
Fotograma del documental Chucalezna de Jorge Prelorán (1968).

导演: 乔治·普罗兰
类型: 纪录片 / 短片
制片国家/地区: 阿根廷
语言: 西班牙语
上映日期: 1968
IMDb链接: tt0206637
豆瓣评分暂无评分想看看过评价: 

导演 Director: 乔治·普罗兰 Jorge Preloran

  • 性别: 男
  • 星座: 双子座
  • 生卒日期: 1933-05-28 至 2009-03-28
  • 出生地: 阿根廷,布宜诺斯艾利斯
  • 职业: 导演 / 剪辑 / 摄影 / 编剧 / 制片人
  • 更多外文名: Jorge Ricardo Prelorán (本名)

Sinopsis 的剧情简介 

  用真实的镜头记录下阿根廷西北部偏远小山村里一群儿童每日的学习和生活,村里唯一的小学破旧不堪,但却无法妨碍孩子们用画笔描绘出身边的事,影片一如后来的伊朗儿童片一样朴实自然,在1968年那个特殊而激进的年代里,很难想象还有一位如此平静的纪录片导演将视角放在那些纯真的儿童生活上。

Utilizando imágenes reales para grabar el estudio diario y la vida de un grupo de niños en un pequeño pueblo remoto de montaña en el noroeste de Argentina, la única escuela primaria en el pueblo está en ruinas, pero no puede evitar que los niños representen cosas de su alrededor con pinceles. La película es como una película infantil iraní posterior. Igual de simple y natural, en esa era especial y radical de 1968, cuando era difícil imaginar que hubiera un director documental tan tranquilo que pusiera su perspectiva sobre la vida de niños inocentes (Traducción del chino utilizando Google Translate)

*
  In the heart of the Humahuaca Canyon in Northwestern Argentina, there is a place once known only to its inhabitants. Since remote times it has been called by its Quechua name – Chucalezna. Thirty families form the small community of shepherds and farmers who cultivate the land inherited from their ancestors. Here, only a small school brings a glimpse of the outside world to the community. The teacher is the guide and tutor, influencing everyone with her warmth and dedication.
  This 1968 film, produced and directed by Jorge Preloran, is a slice-in-time portrayal of a rural school like so many others: humble, isolated, forgotten. And yet, this school is also unique, because here the children happily paint and create, enriching their lives through art… 

«Chucalezna». Jorge Prelorán (colaboración de Sergio Barbieri y Lorenzo Kelly.) Voz en off del cuento de «Coquena«: Nicolasa Nelson de Mendoza. Sitio: Matías Nicolás Holgado.

De Chucalezna a Acapulco

PREMIO AL ESFUERZO

Clarín, 10-05-1979.

Chucalezna está ubicada a pocos kilómetros del histórico pueblo de Humahuaca, en la provincia de Jujuy. Allí la vida discurre —tal vez reiterando conceptos— con placidez, sin alteraciones ni estridencias, salvo las del lujuriante colorido del paisaje quebradeño.

Los niños de la zona, como todos los de la Quebrada y de la Puna, suelen asistir a la escuelita del lugar desde distintos puntos, muchas veces muy lejanos. De esa manera rompen la rutina del pastoreo de sus ovejitas o sus cabras, tarea en la que los niños de esta zona están muy experimentados. Pero ya la educación alcanzó hasta los más recónditos lugares del territorio provincial, y aún a costa de esfuerzos, los campesinos han sido concientizados de la necesidad de que sus hijos sepan al menos leer y escribir. Por ello los guardapolvos blancos pueblan las mañanas de los campos jujeños.

  • Historia de un éxito

Por mucho tiempo la escuelita de Chucalezna mantuvo un trajín similar al de cualquier escuela de la campiña jujeña. Hasta que un día, de esto hace casi veinte años, llegó como director el escultor Jorge Mendoza. La transformación de la vida de los educandos de Chucalezna fue casi inmediata, porque el profesor Mendoza sumó a los. impulsos de su alma de maestro la sensibilidad del artista que llevaba adentro.

Poco a poco fue rescatando a los pequeños de las horas monótonas del pastoreo y de la siembra, o del juego entre peñascos y rastrojos. Comenzaron a pintar sobre cartulinas y cartones y con tempera. Así, mientras Jorge Mendoza iba gastando el sueldo en pinturas y soportes, los niños de Chucalezna se iban transformando en consumados creadores y artistas. Hasta que les llegó la fama, el puntillismo de los trabajos infantiles de Chucalezna fue consolidándose junto a los rasgos de una neta pintura ingenua. Las obras de los pequeños de la Quebrada de Humahuaca reflejaban casi siempre el diminuto mundo que ellos conocían: sus animales, el paisaje, el vibrante colorido, el misticismo de las procesiones y otras expresiones religiosas. Todo en detalle, y con profusión de color.

Hasta que les llegó la fama y trascendieron al ámbito nacional. Ahora, muchos de esos trabajos de pintura cuelgan en pinacotecas oficiales o en colecciones particulares. Las creaciones de los changos de Chucalezna también ilustraron cartillas de promoción turística de la provincia y de la Nación. Por su parte, el Fondo Nacional de las Artes, junto a la Universidad Nacional de Tucumán, rescataron esta pequeña historia en una de las películas que el consagrado Jorge Prelorán filmara en esta provincia. Desde entonces, a estos pequeños se los conoce como «Los niños pintores de Chucalezna«.

  • Un hermoso sueño

Desgraciadamente, Jorge Mendoza despertó espíritus artísticos que luego se vieron en la desgracia de hacer volar la imaginación sin sentido, o mejor dicho, sin destino. Porque luego del período escolar, la vena artística de los pequeñuelos se marchitaba y diluía por la falta de incentivos. Pintar había sido un hermoso sueño para ellos.

Al sobrevenir la muerte del esforzado profesor, lo reemplazó otro plástico que oficiaba de profesor en Jujuy; un japonés que ahora cuenta 70 años, de los cuales 46 vivió en nuestro país y más de 20 permaneció en la provincia de Jujuy. El pintor y ceramista Takashi Takahashi continuó la obra de Mendoza y la amplió, al transmitirle a los alumnos de la escuela y a los mayores —entre ellos muchos ex alumnos que ya habían logrado su comunión con los pinceles— su maestría en la cerámica. También les despertó la raíz musical, propia de los nativos de esta tierra (*). Pintura, cerámica y música formaron un todo, junto a la educación, en la nueva vida de Chucalezna.

  • Honor al mérito

Sin embargo, todo este esfuerzo, callado, sencillo y permanente, del profesor Takahashi y sus pequeños, no pasó, inadvertido. Cuando el gobierno de nuestra Nación recibió la invitación para enviar una delegación de niños a competir en las playas de Acapulco, en México, en el Certamen Internacional de Escultura en Arena, en homenaje al Año Internacional del Niño, la Secretaría de Cultura de la Nación decidió que fueran los «Niños de Chucalezna» quienes representaran al país en dicho certamen.

Y ahora seis de ellos, Patricia Magdalena Cruz, 12 años, alumna del séptimo grado; y Dante Flores, 12 años y mismo grado; Vicente Clemente Cruz, 9 años, tercer grado; Mario René Ríos, 14, séptimo; Facundo Vilca, 13, séptimo grado; y Oscar Santos Ríos, 12 años, también séptimo grado, volarán a México a cumplir con el compromiso que les adjudicaron.

Los niños, al pie del avión que los trasladó a la Capital desde donde proseguirán viaje hacia México (Clarín, 10-05-1979).
  • Experiencia inolvidable

Para estos chicos, que irán acompañados por el director provincial de Cultura, Miguel Ángel Pereira, ésta será tal vez la experiencia más inolvidable de sus vidas, aunque tienen mucho por delante.

Ninguno de ellos viajó antes más allá de las fronteras de Jujuy. Es la primera vez que subieron a un avión, al que solo conocían cuando los veían como pájaros, en el cielo tan intenso de la Quebrada, y en las fotografías y en el cine.

A pesar del reducido campo de sus actividades, como muchos de los niños del país, conocen un poco de lo que pasa en otras partes del mundo. Y con mayor razón a los mexicanos. Dante Flores por ejemplo, se acuerda de ellos como «esos señores que usan revólveres y sombreros grandes”. Otro niño los identifica por la música.

Dada la cortedad acostumbrada en los párvulos del norte jujeño, se les recomendaba ser comunicativos con sus amiguitos y con quienes conversaran con ellos. Patricia, sin embargo, pone sus dudas, porque piensa que les va a tener miedo. «Cómo les voy a hablar a esos señores con sus sombreros tan grandes. Me voy a asustar«, nos dice. Todos saben su cometido. Son dóciles de por sí, sencillos, humildes, como todos los auténticos quebradeños. Y seguramente nos harán quedar muy bien, sobre todo si tenemos en cuenta que ellos, al mismo tiempo, forman parte del conjunto folklórico «Los Niños Alfareros de Chucalezna«, en el cual Miguel Dante Flores tine a su cargo la percusión; Vicente Clemente Cruz canta coplas y toca la «caja»; Mario René Ríos, zampoña; Facundo Vilca, el charango; Oscar Santos Ríos, la guitarra, y Patricia Magdalena Cruz canta coplas y canciones.

José Antonio Arriéguez

Los niños, con la típica vestimenta del Norte y sus instrumentos (Clarín, 10-05-1979).

(*) Esto probablemente debido a que el profesor Takahashi convocó al joven maestro Ricardo Vilca para impartir las clases de música en la Escuela (Ref: «Takashi Takahashi, un puente entre Jujuy y Japón» por veromendo en https://chucalezna.wordpress.com/2018/05/27/chucalezna-japon/ ).

Los colores del Yacoraite desde Chucalezna (veromendo, 2019).

Chucalezna en la mirada de Waldemar Charras

Edificio antiguo de la Escuela Nº 332 de Chucalezna bendecida por una pincelada de Dios.
(@waldemarcharras)

Nieve y arte en Chucalezna

Desde 1986 las condiciones climáticas no se conjuraban para provocar una nevada en la Quebrada. Pero ayer la ciudad de Humahuaca y sus localidades vecinas fueron epicentro de un evento tan raro como disfrutado: la copiosa caída de nieve hasta cubrir las localidades con un delicado manto.

La directora de la Escuela Nº 332 de Chucalezna, doña Lucrecia González gentilmente me compartió las encantadoras fotos del fenómeno en la escuelita y sus cercanías.

Años atrás, la alumna Andrea Garnica supo plasmar delicadamente, con témpera sobre papel, un evento similar. En aquel momento se desarrollaba el Taller de Arte de Chucalezna bajo la dirección del profesor Jorge A. Mendoza. La reproducción de su trabajo consta en una publicación de Cuadernos Franciscanos del año 1964.

Así como para darse una nevada en Quebrada y Puna las condiciones de humedad y temperatura tienen que conjugarse, así esperamos que se combinen las visiones culturales de los funcionarios provinciales de Jujuy para poder llevar a cabo nuestro Proyecto de Museo en la Escuela de Chucalezna, para albergar una cincuentena de obras pictóricas y cerámicas originales realizados por alumnos y alumnas que participaron del Taller primigenio, entre los años 1959 y 1960.

25-07-2019

Referencias

Que no se acaben nunca, los niños de Chucalezna y su arte

En el mes de junio del año 1964 se editó un número de “Cuadernos Franciscanos”, suplemento de la Voz Seráfica de los Padres Misioneros de la Provincia Romana en la delegación de Salta, dedicado a la niñez. Este cuadernillo incluía ilustraciones con fotografías de trabajos pictóricos realizados por alumnas y alumnos de la Escuela-taller de Chucalezna, bajo la dirección del profesor Mendoza. Asimismo, la publicación explica cómo la orden se estableció en el NOA, describiendo su tarea en la zona.

Las imágenes eran presentadas por textos del padre Germán Mallagray, del profesor Héctor J. Cartier y palabras del propio Mendoza. De la misma manera, se incluyó un fragmento del artículo publicado previamente por el diario Clarín en 1961.

El hecho de que trabajos realizados en el Taller de Chucalezna ilustren esta particular publicación podría deberse la ferviente devoción de mi abuela y directora de la Escuela local, Nicolasa N. de Mendoza, por la fe católica.

*

«El niño accede a la realidad del mundo con la totalidad de su mundo. Es la forma natural de ser en el mundo de las cosas, romper su opacidad y existir en ellas como siendo las cosas mismas. Su percepción es expresiva, no técnico- geométrica. El niño no expresa al mundo tal cual lo conoce -posición intelectualista-, sino, tal cual lo ve y lo vive. Su actitud es naturalmente vital, existencial, sin fijaciones intelectuales. Se obedece sintiendo desde todo su ser en movimiento, comprometido. De ahí la dimensión de sentido y su espontánea expresividad creativa: no está parcelado ni parcela. Lo que designa es el designado: no hay dicotomías; de ahí su auténtica y vital fuerza expresiva.-»

Héctor J. Cartier

*

*

«POR PRIMERA VEZ se imprimen pinturas realizadas por los niños de Chucalezna. Los niños de esa zona nunca se expresaron plásticamente por falta de recursos. Desde 1959 lo hacen… iY como lo hacen!. Sus pinturas son un mensaje de profundo amor a la tierra, transforman el paisaje agreste en un canto dicho a través del color y la forma. El suelo donde nacieron es dicho con gran espontaneidad, bien entendido, como lo entiende un niño que se forma descubriendo y amando to­dos los secretos de la tierra. Sus maestros, Nicolasa Nelson de Mendoza y Jorge Augusto Mendoza, se sienten muy complacidos de que estas pinturas sean publicadas por «Cuadernos Franciscanos» y conocidas en los países de su difusión.«

Jorge A. Mendoza

*

*

[…] «Hay un pueblecito perdido entre los cerros de colores. Entre la soledad que nunca acaba. Entre montañas que aplastan y que parecen derribarse solas. Entre vientos que arrastran el garrotillo y la arena molesta. Es CHUCALEZNA. En su escuelita varios niños han hecho arte. Del mejor. Del más sublime porque nace directamente d ela inspiración y del corazón. Han tomado la paleta de colores y los pinceles y así, sencillamente, se han puesto a pintar. Son pinturas que demuestran todo lo recóndito del alma de una raza que se extingue, pero dejando huellas como las dejó en el pasado. En nuestros niños vive Dios. Vive en el arte. Aquí lo podrán ver y admirar. Puede que no sea un arte depurado. Para el caso no interesa. Interesa sí la demostración de que nuestros niños humldes en contacto con el arte, hacen arte.

Ojalá no se acaben nunca los niños de Chucalezna, descendientes de aquellos que recibieron las enseñanzas de Cristo de boca de San Francisco Solano […].»

P. Germán Mallagray

*

*

«CHUCALEZNA. Poco dirá, posiblemente al lector, este nombre con el que se designa un paraje de la célebre Quebrada de Humahuaca. No es ni siquiera un pueblo. Simplemente, un paraje, un lugar en cuyo radio de cuatro kilómetros se dispersan, una por aquí, otra por allá, las humildes habitaciones de sus moradores: gente agricultora y pastora, que siembra trigo, maíz, papas, habas; que cultiva algunas especies frutales, como ser el manzano y el duraznero, y que cuida pequeños rebaños de cabras, cuyo pastoreo se realiza en lo alto de las montañas.-

Chucalezna, situada entre Huacalera y Uquía, ciento treinta kilómetros más allá de la ciudad de San Salvador de Jujuy, hacia el norte, se levanta con la humilde arquitectura de su desparramado caserío a unos 2900 metros sobre el nivel del mar. Sus moradores viven pobremente, duramente quizás, y tal vez sin quizás. Chucalezna está lejos de los goces urbanos, allí desconocidos y son pocas las satisfacciones que su existencia monótona y sin sobresaltos depara a sus habitantes. Pero hay en el lugar, perdido entre las demás modestas habitaciones campesinas, un pequeño edificio donde -supóngalo el lector, como imaginamos nosotros- ondea en los días en que sopla el viento la bandera celeste y blanca de la patria; un edificio alegrado por la presencia jubilosa de los chicos norteños; la escuelita que es avanzada de civilización, centro de cultura, sitio de atracción para el rumoroso enjambre infantil y también para los sufridos pastores y labradores.«

CLARIN (16-10-1961)

*

Referencias

Otros trabajos que pueden apreciarse en Entradas de este Blog: 

Postales de Jujuy: dique La Ciénaga

«Ubicado a 7 kilómetros de El Carmen, cabecera del Departamento del mismo nombre, se encuentra el Dique La Ciénaga, embalse que almacena agua de crecientes del Río Perico. Su capacidad es aproximadamente de 30 hectómetros cúbicos, cuatro de los canales se emplean en beneficio de Ia población ictológica. El saldo disponible de 26 hectómetros cúbicos se destinan al riego del Departamento. Dique La Ciénaga es la zona más interesante de riego de la provincia y se sirven a once mil hectáreas de cultivos. Siete meses al año se calcula su coeficiente en 0,32 litros de riego por segundo y hectárea cultivada.

La Ciénaga - Chucalezna

Roberto pintando La Ciénaga wordpress

Roberto Martínez, alumno del Taller de Chucalezna y su representación del Dique «La Ciénaga«. Fotos: Jorge Mendoza (año 1970).

Verdes colinas forman una gran muralla que bordean la mole de cemento y unidas hacen el lecho de las aguas del Dique La Ciénaga, que luego por una compuerta se escapa,  serpenteando, pa­ra fecundar gran parte del Departamento. El espejo mide aproximadamente 1250 metros de lar­go, por 1200 de ancho. El Dique La Ciénaga está ubicado en una posicion geográfica de fácil acceso desde cualquier punto del país. La fauna ictológica en Jujuy se refleja en la cría de alevinos de este dique, donde abunda en gran cantidad el pejerrey constituyendo, por esta razón, el lugar ideal para los turistas y aficionados a la pesca. Aquí se realizan interesantes concursos y se disputan importantes trofeos.

La majestuosidad de las aguas que corren cla­ras y en rítmicas ondulaciones, se asemejan a filamentos de plata puestas en ese marco maravilloso, por la magia del soberbio paisaje.

Dique La Ciénaga tiene todo lo que un turista de la época puede pretender como un motivo de su presencia y para tener un grato e inolvidable recuerdo de su visita.»

img688-12

Fuente: “JUJUY En Síntesis – Pequeña Enciclopedia para Jujeños y Visitantes” .

Director: E. Justo Argañaraz, XXV.  (Año 1991-2)

 

@chucalezna en Instagram

Trabajando en las fichas museográficas para el Proyecto  de Museo Chucalezna.

5Oct 2017

En la foto, el trabajo «Paisaje» realizado por Angélica Mamani, expuesto en Galería Vilanova (Buenos Aires) en el año 1970. Angélica fue alumna del Taller de Chucalezna (Humahuaca, Jujuy) bajo la dirección del profesor Jorge A. Mendoza y realizó esta obra a la edad de 13 años.

@chucalezna en https://www.instagram.com/chucalezna/